Usted está aquí: sábado 26 de julio de 2008 Política “Sólo de forma”, diferencias en iniciativas de PRI y Calderón

■ Ambas abren la puerta para la venta de Pemex: Mario di Costanzo

“Sólo de forma”, diferencias en iniciativas de PRI y Calderón

■ La propuesta priísta disfraza el plan oficial, según el “gobierno legítimo”

Israel Rodríguez J.

El proyecto de reforma energética presentado por el PRI no es más que el replanteamiento del proyecto calderonista e implica la privatización de Petróleos Mexicanos (Pemex), pero “por la puerta de atrás”, según revela un análisis comparativo de ambas iniciativas, elaborado por la secretaría de la hacienda pública del “gobierno legítimo” encabezado por Andrés Manuel López Obrador.

Destaca que no obstante las diferencias en cuanto al número de ordenamientos jurídicos creados o modificados, ambos proyectos presentan las mismas deficiencias, siendo la única diferencia la forma en que se estaría dando paso a la inversión privada.

Así, mientras en la iniciativa de Felipe Calderón se propone la modificación o creación de seis ordenamientos, que son las leyes Orgánica de Pemex, Reglamentaria del Artículo 27 Constitucional, de la Comisión Reguladora de Energía, Orgánica de la Administración Pública, de la Comisión del Petróleo y la de derechos, en el proyecto priísta se sugiere cambiar o crear la Orgánica de Pemex; Reglamentaria del 27 constitucional, de la Comisión Reguladora de Energía, Orgánica de la Administración Pública, de la Comisión Reguladora del Petróleo, Federal de Entidades Paraestatales, de Obras Públicas, de Adquisiciones y Arrendamientos del Sector Público y la ley para el financiamiento de la transición energética.

Esta diferencia, “en forma, mas no en fondo”, se puede advertir si comparamos las modificaciones propuestas a la Ley Reglamentaria del Artículo 27 Constitucional, ya que las demás cuestiones relativas al órgano de gobierno de Pemex; los comités de transparencia; la “autonomía de la paraestatal”; el manejo de su deuda, ingresos, excedentes, bonos ciudadanos y licitaciones (con excepción de los contratos de riesgo) son prácticamente lo mismo que ha propuesto Felipe Calderón.

Cambios al 27 constitucional

“Basta mencionar que, en esencia, ambos proyectos buscan modificar la Ley Reglamentaria del Artículo 27 Constitucional en materia de petróleo”, con la única diferencia de que mientras la propuesta de Calderón lo hace de manera directa, la presentada por Manlio Fabio Beltrones lo hace “por la puerta de atrás”, al crear la figura denominada “organismos descentralizados de carácter estratégico”, mismos que en esencia son un mecanismo para eludir lo dispuesto por el artículo 27 constitucional, que establece, entre otras cosas, la exclusividad del Estado en materia de explotación de hidrocarburos, añadiendo que “en esta materia no se otorgarán contratos o concesiones de ninguna especie”, afirmó Mario di Costanzo, secretario de la hacienda pública.

Es decir, Calderón ha propuesto la modificación al artículo 4 de la Ley Reglamentaria del 27 Constitucional para establecer que “Petróleos Mexicanos, sus organismos subsidiarios y los sectores social y privado, previo permiso, podrán realizar las actividades de transporte, almacenamiento y distribución de gas, de los productos que se obtengan de la refinación de petróleo y de petroquímicos básicos”.

Y añade que “Petróleos Mexicanos y sus organismos subsidiarios podrán contratar con terceros los servicios de refinación”.

El PRI propone “que el Ejecutivo federal podrá constituir, por decreto, organismos descentralizados con carácter estratégico filiales de Petróleos Mexicanos, con el objeto de realizar, por cuenta de aquél, las actividades de construcción de ductos y los servicios de refinación de petróleo, transporte, almacenamiento y distribución de hidrocarburos y derivados de éstos. Dichos organismos filiales serán propiedad exclusiva de Pemex y se constituirán a propuesta de su consejo de administración”.

Lo anterior significa que la paraestatal podrá crear “empresas filiales estratégicas” que gozarán de autonomía de gestión en toda la cadena de valor de la industria, y aun cuando se establece que estas empresas serán propiedad de la paraestatal, es decir de la nación, no existe en la iniciativa priísta ningún impedimento para que estas “filiales estratégicas de Pemex” se puedan asociar en cualquier actividad de la cadena productiva (exploración, distribución, transporte, almacenamiento, etcétera) con alguna empresa privada, sea nacional o extranjera, y en cualquier porcentaje de participación, dado que dichas filiales gozarán de autonomía de gestión, alertó el especialista.

 
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