Usted está aquí: martes 22 de julio de 2008 Capital Crearán fondo para asegurar el cultivo del nopal en épocas críticas

■ Beneficiará a productores de Tlalpan y Milpa Alta que han sufrido pérdidas por heladas

Crearán fondo para asegurar el cultivo del nopal en épocas críticas

■ En caso de no necesitarse, se utilizaría para obras sociales en los pueblos de la zona: Sederec

Rocío González Alvarado

Ampliar la imagen Una helada atípica al comienzo de este año provocó que muchos productores de nopal sufrieran la pérdida de sus cosechas, con la consecuente merma económica. La imagen, en el poblado de San Lorenzo, en Milpa Alta, en febrero pasado Una helada atípica al comienzo de este año provocó que muchos productores de nopal sufrieran la pérdida de sus cosechas, con la consecuente merma económica. La imagen, en el poblado de San Lorenzo, en Milpa Alta, en febrero pasado Foto: María Luisa Severiano

Ante las recurrentes heladas que afectan los cultivos del nopal en Milpa Alta y Tláhuac, el Gobierno del Distrito Federal planea crear un fondo de aseguramiento, destinado a épocas críticas, a fin de evitar pérdidas millonarias para los productores de la cactácea, que año con año deben afrontar las inclemencias del tiempo.

Durante la entrega de 7.8 millones de pesos en beneficio de tres mil 312 nopaleros de ambas delegaciones, quienes a principios de este año perdieron sus cosechas por una helada atípica, la titular de la Secretaría de Desarrollo Rural y Equidad para las Comunidades (Sederec), Rosa Márquez, señaló que sería el primer cultivo en el Distrito Federal que contaría con una especie de seguro, lo que permitiría garantizar los recursos ante cualquier contingencia.

A diferencia de otros cultivos que han ido a la baja, como el de maíz, el del nopal, pese a su bajo precio en el mercado, de 20 a 25 pesos el ciento, sigue siendo rentable, el nivel de producción es bueno y de alta calidad, refirió, al reconocer que aún los apoyos económicos para el campo siguen llegando tarde, por lo que se trabaja ya en la elaboración de un programa integral para el aprovechamiento sustentable de esta verdura.

Pedro Ponce, coordinador de este proyecto, explicó que para la creación del fondo de aseguramiento se requiere la participación de los tres niveles de gobierno y de los productores, quienes tendrían que aportar una mínima cuota, la cual, en caso de no ocurrir alguna contingencia, se utilizaría para obras sociales en los pueblos.

“Por ahora se está estudiando el proceso de producción del nopal y sus costos. Es decir, cuánto nos cuesta instalar una hectárea en este momento, cuánto nos cuesta mantenerla ya instalada. A partir de ahí el fondo de aseguramiento dice: ‘pues te lo aseguro con tanto por mes o en los meses críticos’. Sobre todo en la helada cuando vale más el nopal”, expresó.

Esta iniciativa es sólo una parte del programa integral, con el cual se pretende atender a toda la cadena productiva. En él, agregó, también se incluye la certificación y denominación de origen del nopal, así como el registro de la variedad Milpa Alta, para lo cual expertos de la Universidad de Chapingo estudiarán el ADN de la verdura.

Dado que se trata de un cultivo altamente susceptible a los cambios del clima también se proyecta establecer alternativas de producción en época de invierno, con protección mediante micro y macrotúneles, que funcionarían como los invernaderos, para proteger el nopal de las bajas temperaturas.

“Lo que queremos es tener una política integral y no que año con año tengamos los mismos problemas y las mismas protestas por la falta de apoyo”, refirió al precisar que en esta ocasión se logró una ayuda económica con recursos del Programa de Atención a Contigencias Climatológicas que apartaron en cantidades iguales la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación y la Sederec.

Fue la entrega de estos recursos, tres mil 500 pesos por hectárea, que representa, según las autoridades, 60 por ciento de la pérdida, la que congregó a cientos de productores en el centro de acopio en Villa Milpa Alta, en la que no faltaron los reclamos. Si bien, se trata de un monto mayor al que se asignó hace dos años, para quienes perdieron la mitad de sus cultivos, los recursos aún resultan insuficientes para resarcir el impacto negativo.

 
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