■ El semanario Eco censura el “regateo” para preservar inmuebles
La ONU promueve violación a derechos: Norberto Rivera
■ Medios y sistema económico crean abismos en la sociedad, señala
Ampliar la imagen En imagen de archivo, el cardenal Norberto Rivera Foto: Francisco Olvera
El cardenal Norberto Rivera sostuvo en su homilía dominical que los avances científicos que deberían ayudar al progreso humano se han convertido en “armas mortales”, y los sistemas económicos y medios de comunicación en “creadores de abismos” entre la sociedad.
La civilización, que se ha logrado a “fuerza de siglos de esfuerzo, tiene enormes grietas”, expresó, y a manera de ejemplo mencionó que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) se “presenta como vigilante de los derechos humanos y al mismo tiempo es promotora de la violación del derecho más fundamental que tiene el ser humano: la vida. Los bienes, servicios y satisfactores alcanzados por el esfuerzo de varias generaciones y por los obreros son disfrutados por una minoría”.
Alertó sobre al incremento de las injusticias, las venganzas, las guerras familiares y mundiales, el hambre, la miseria, el subdesarrollo, la incultura y inmoralidad, las cuales son producto del “abuso y mal uso de la libertad” alcanzada por la humanidad.
Tras preguntarse “si lo que vivimos en México es irremediable” –en alusión a la violencia y al incremento de la pobreza–, hizo un llamado a los feligreses a cambiar, pero sin “caer en la tentación, como muchos, de querer suprimir los males con violencia, fuerza, insultos y descalificaciones, pues sólo sirven para encrespar más los ánimos”.
Por otro lado, el editorial del semanario de evangelización de la Arquidiócesis de México, Eco, alerta sobre la falta de mantenimiento a cientos de inmuebles religiosos que están clasificados como monumentos históricos, ya que sólo tres de 30 se encuentran en buenas condiciones.
En su visita pastoral a templos del centro de la ciudad de México, el cardenal –abunda el escrito– constató que la situación no es muy alentadora. Además, “marchas, plantones, espectáculos y el comercio informal han hecho que 50 por ciento de la feligresía deje de asistir a las celebraciones dominicales y festivas”.
Agrega que el Zócalo se “ha convertido en espacio de disputa política y tensión social, que constantemente amenaza con desbordarse”. Además, “templos y conventos de los siglos coloniales, joyas arquitectónicas, se caen a pedazos por la ignorancia e irresponsabilidad de las instancias creadas para su conservación y de los legisladores, quienes regatean un presupuesto miserable para salvar templos tan importantes como la antigua Basílica de Guadalupe, la Profesa o Loreto”.
La Arquidiócesis, en el editorial, sostiene que deben conservarse los monumentos históricos y restablecer el tejido social de la capital, y sugiere que los gobiernos capitalino y federal elaboren un proyecto que haga del Centro Histórico un “lugar habitable y digno”.