■ Suman 199 casos; algunos soldados actúan embozados, denuncia
Chihuahua, primer lugar en abusos de militares: CNDH
En lo que va del año, y como resultado de los operativos militares contra el narcotráfico, el estado de Chihuahua ocupa ya el primer lugar en denuncias por violaciones a derechos humanos cometidas por elementos castrenses con 199 quejas. El ombudsman nacional, José Luis Soberanes Fernández, informó que en 15 ciudades de esa entidad, de acuerdo con las denuncias presentadas, los soldados entraron en forma arbitraria a los domicilios y llevaban las caras tapadas con pasamontañas, catearon casas, rompieron puertas, amagaron con armas a los ocupantes de las viviendas, los menores fueron colocados de rodillas o aventados al piso, y vieron que “sus progenitores son golpeados o sacados a empujones de su domicilio”.
La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) ha documentado que “en algunos casos, militares han hecho que las mujeres se desnuden frente a ellos con el pretexto de ser revisadas y, al mismo tiempo, son videograbadas”. De igual forma los soldados que ingresan a los domicilios destruyen muebles y revuelven pertenencias del lugar, sustraen fotografías y herramientas, así como documentos personales. Esos operativos conjunto de Chihuahua con otras entidades los dirigió el titular de la Unidad de Inspección y Contraloría General del Ejército y Fuerza Aérea Mexicana.
El órgano de defensa de los derechos humanos investiga estas 199 quejas que han presentado residentes afectados y agraviados en las poblaciones de Ascensión, Ciudad Juárez, Ciudad Madera, Guadalupe Bravos, Ojinaga, Ciudad Aldama, Ciudad Cuauhtémoc, Guachochi, Manuel Benavides, Casa Colorada, Hidalgo del Parral, Ciudad de Chihuahua, Praxedis G. Guerrero Jiménez, Villa Ahumada, Saucillo, Camargo, Namiquipa, Guerrero, Coyame y Cusihuiriachi.
Las quejas que han recibido visitadores de la CNDH, que se encuentran en esa entidad para documentar los abusos que cometen militares que participan en los operativos contra el narcotráfico, destacan que: “Los soldados destruyen muebles, revuelven pertenencias y se roban joyas, dinero, aparatos eléctricos, vehículos y teléfonos celulares.
“Las personas que son sacadas de sus domicilios son trasladadas a instalaciones militares donde no son puestas inmediatamente ante la autoridad ministerial competente, sino que se les retiene hasta por 15 días incomunicados.”
De acuerdo con la CNDH durante la retención en sedes militares “los agraviados son interrogados por personal militar, quienes les sacan información por medio de tortura: golpes, toques eléctricos, sumersión en agua, les cubren la cabeza con bolsas de plástico y en otros casos se les deja bajo los rayos del sol por varias horas”.
En lo que va de la administración del presidente Felipe Calderón, la CNDH ha registrado 983 quejas contra militares, de las cuales casi 20 por ciento se registraron en Chihuahua este año. Esta entidad norteña desplazó ya a Tamaulipas y a Michoacán como las principales entidades con denuncias de abusos cometidos por elementos castrenses.
En el trabajo de campo de los visitadores adjuntos de la CNDH en Chihuahua, los quejosos han denunciado que los ataques más frecuentes son tortura, detención arbitraria, allanamiento de morada, cateos ilegales, trato cruel o degradante, robo, retención ilegal, amenazas, desaparición forzada, intimidación, daño en propiedad ajena y violaciones a la libertad y la seguridad jurídica.
La CNDH revela que militares actúan con el rostro cubierto (con pasamontañas) y sin identificación, las unidades que utilizan para trasladarse no tienen el número de matrícula a la vista o se presentan en las poblaciones con vehículos no oficiales.
La CNDH denuncia que, con el objeto de una pronta localización de los agraviados –retenidos y/o desaparecidos– los funcionarios de defensa de derechos humanos se presentan a las instalaciones militares de esta entidad, y se les obstaculiza el ingreso, “se les dice que se les permitirá el paso sólo mediante oficio, y una vez que éste es autorizado, tienen que esperar al menos 45 minutos para acceder con la persona que buscan, y al entrevistarse, la visita es parcial”, la dirigen militares.
Otros de los obstáculos son: “se proporciona información falsa, se intimida y se amenaza de manera velada al personal de la CNDH, se dilatan las respuestas a las solicitudes de información”.
Agrega que en los estados de México, Baja California, Durango, Guerrero, Hidalgo, Michoacán, Nuevo Léon, Oaxaca, Sinaloa, Sonora, Tabasco, Tamaulipas, Veracruz, Quintana Roo y Zacatecas los militares que combaten el narcotráfico y en muchas de esas entidades se han registrado innumerables quejas con denuncias similares: “tortura, detenciones ilegales, robos, allanamientos, cateos y golpes”.