■ Hay la obligación de “cuidar la democracia de México”, afirma

El panista Gustavo Madero defiende el seguimiento a personajes públicos

Andrea Becerril, Enrique Méndez, Georgina Saldierna y Mariana Norandi

Representantes de las distintas bancadas parlamentarias en las dos cámaras legislativas, con excepción del Partido de Acción Nacional (PAN), criticaron las declaraciones del director del Centro de Información y Seguridad Nacional (Cisen), Guillermo Valdés Castellanos, sobre la intromisión del narcotráfico en campañas electorales, y exigieron que presente las pruebas que sustentan sus acusaciones.

Sin embargo, el coordinador de los senadores panistas, Gustavo Madero, aseguró que el director del Cisen no acusó a ningún legislador de haber financiado sus campañas con el dinero del narco, y defendió el seguimiento a personajes públicos, con el argumento de que esa instancia federal “debe asegurarse que los tres poderes de la unión mantengan su autonomía”.

Más aún, justificó el seguimiento que ha hecho el Cisen a senadores y diputados, al señalar que ese organismo tiene entre sus obligaciones “cuidar la democracia de México”.

El senador panista refirió que ayer por la mañana se comunicó por teléfono con Valdés, quien le dijo que en ningún momento afirmó en la entrevista al Financial Times que el Congreso haya sido infiltrado por los cárteles de la droga en México.

“Yo le entendí (que) se dio en el contexto de precisamente las aclaraciones de qué ha pasado en este trabajo de sistematización de información sobre el Congreso, y la justificación o no de que el Cisen atienda al Congreso como objeto de trabajo, como materia de estudio, de análisis y de investigación”, argumentó.

Por su parte, el vocero del grupo parlamentario del PRI en San Lázaro, Luis Enrique Benítez, ubicó las declaraciones del funcionario como parte de la guerra sucia y de la estrategia electoral del PAN en contra de su partido con miras a las elecciones de 2009.

Advirtió que si se sigue presionando al PRI, no sólo se encuentra en riesgo la aprobación de la reforma energética, sino también el paquete económico para el próximo año.

Por su lado, el coordinador de los diputados priístas, Emilio Gamboa, manifestó que las declaraciones de Valdés son gravísimas y no ayudan a tener un buen ambiente. “Mejor que lo denuncie y que actué la Procuraduría General de la República.”

Mientras, el panista Gerardo Priego dijo que las declaraciones del funcionario y el caso del espionaje se ha convertido en un tema en el que cada partido “quiere jalar agua para su molino”.

El coordinador del Partido del Trabajo en la Cámara de Diputados, Ricardo Cantú Garza, aseguró que quien dirige un organismo público de inteligencia debe ser discreto, y tales señalamientos exigirán la comparecencia del funcionario ante el Congreso para explicar sus acusaciones, “que son un peligro para la vida democrática y el estado de derecho”.

Por su parte, Marina Arvizu Rivas, coordinadora parlamentaria del grupo Alternativa, consideró “irresponsables” las declaraciones del funcionario, porque es un representante de la autoridad y no un formador de opinión pública, por lo que si tiene las pruebas que sustentan sus afirmaciones, debe actuar conforme a derecho y no en un medio de comunicación.

En tanto, el senador Arturo Escobar y Vega, del Partido Verde Ecologista de México, señaló que de no estar mal manejadas las declaraciones, el funcionario deberá presentar las pruebas, porque “este tipo de señalamientos abonan aún más el repudio de la sociead hacia la clase política mexicana”.