Cárdenas, por presentar una contrapropuesta

Emir Olivares Alonso

Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano consideró que corresponde a los legisladores del PRD presentar contrapropuestas a la reforma energética del Ejecutivo, con el propósito de obtener “la política petrolera que verdaderamente está reclamando el país” y se avance hacia una industria que redunde en beneficios públicos.

Al participar en el foro Controversias sobre el petróleo en México, organizado en la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), unidad Xochimilco, el ex candidato presidencial propuso crear una comisión nacional de energía que abarque todo el sector energético y no sólo los hidrocarburos.

Reiteró que las iniciativas enviadas por el Ejecutivo al Congreso plantean “violaciones flagrantes” a la Constitución. Por ello se mostró en favor de la consulta ciudadana, cuyas preguntas –presentadas ayer– consideró “acertadas; vamos a ver ahora cómo responde la ciudadanía”. Agregó que el resultado de este ejercicio tendrá un fuerte impacto político.

Cárdenas criticó la propaganda gubernamental sobre la reforma a Pemex, ya que los mensajes presentan la exploración de aguas profundas “como única opción” para contrarrestar la declinación de la producción petrolera.

Sin embargo, subrayó, estudios “serios” han planteado que tanto en tierra como en aguas someras “se tienen identificados más de 300 sitios donde deben realizarse exploraciones. Son lugares en los que hay evidencia de que existen depósitos de crudo que en este momento no se están explorando”. Indicó que las autoridades federales deben poner atención a los 30 mil millones de barriles que se prevé existen en las reservas calificadas como probables o posibles para convertirlas en reservas “probadas”.

Además, propuso rexplorar pozos existentes en tierra y agua, donde “se encuentra más o menos 30 por ciento de las reservas potenciales. Hay que hacerlo porque no se ha llegado a mayores profundidades; se ha perforado hasta unos 7 mil metros, pero hay evidencias de que si se profundizan los trabajos a más de 10 mil se podrían obtener más recursos y aprovecharlos”.

Señaló que estas opciones representan menos dificultades técnicas y menores inversiones de lo que se tendría que gastar al realizar la exploración en aguas profundas y ultraprofundas, depósitos a profundidades entre los mil 500 y 3 mil metros.

El fundador del PRD subrayó que la administración federal también debe poner atención en los yacimientos transfronterizos que ya explota Estados Unidos, debido a que México aún no “ha dado pasos” para aprovecharlos. Subrayó que el país debe pugnar por tratados internacionales que definan los beneficios para la nación cuando esas fuentes puedan ser explotadas.

En su turno, Arnaldo Córdova, del Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México, subrayó que el país no requiere una reforma energética, sino una fiscal que el gobierno no desea ejecutar para no tocar los intereses de los empresarios, e insiste en seguir manteniendo a Pemex como parte de las finanzas públicas.

Asimismo, criticó que representantes de la dirigencia del sindicato petrolero tengan una posición en el consejo de administración de la paraestatal, debido a que la función de un organismo sindical no es otra sino la de defender los derechos de los trabajadores.

Hizo hincapié que en las negociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte México se reservó en exclusiva todo lo relacionado a la industria petrolera, por lo que ahora no entiende que la actual administración renuncie a esa protección con las iniciativas presentadas, al considerar que éstas violentan la Constitución.

El investigador aseguró que las iniciativas “espeluznantes y cínicas” que presentó Felipe Calderón no van a ser aprobadas tal como están propuestas, gracias a los diferentes debates que se han dado en torno al tema.

Al finalizar el foro, Varinia Cortés, estudiante de sicología en la UAM Xochimilco, increpó a Cárdenas y le dijo que si se aprueba la propuesta del Ejecutivo “usted será culpable”, debido a la posición que asumió tras los comicios de 2006, porque “al parecer todos, menos usted, sabíamos que si Calderón llegaba impulsaría estas reformas”.