Usted está aquí: martes 15 de julio de 2008 Opinión Andanzas

Andanzas

Colombia Moya

■ Cyd Charisse, inolvidable

Para quien vivió el cine musical estadunidense de los años 50, la figura espléndida de la gran bailarina Cyd Charisse indudablemente dejó en su corazón un grato e inolvidable recuerdo. Símbolo indiscutible de una década importante, el levantamiento de una nación, después de la Segunda Guerra Mundial, como diva de las expresiones más genuinas del florecimiento cultural de Estados Unidos en el ámbito musical cinematográfico. Como se recordará, la actriz falleció de un infarto el pasado 16 de junio a los 86 años en el Centro Médico Monte Sinaí, de Los Ángeles.

Hacía tiempo que sus actividades artísticas habían disminuido, aun cuando intentó saltar al terreno dramático como actriz en algunas películas hollywoodenses luego de pasar de moda el cine musical, para colocarse en el nicho de la historia como una de las grandes figuras de esa época.

The Legs o Las Piernas la llamaban en el ambiente del cine, pues por lo largas que las tenía parecía que le salían del cuello; fueron catalogadas y valuadas como las más hermosas de Hollywood.

Cyd era apacible su rostro era de ésos que parecen remanso de serenidad, su elegante belleza encajaba en los más diversos papeles de bailarina, que ejecutó siempre con elasticidad y precisión sorprendentes, mostrando una técnica impecable y sólida. Parecían no costarle el menor trabajo las evoluciones difíciles y demandantes de una gran escuela, haciéndolas fluir como agua cristalina por su limpieza. Cada uno de sus movimientos era perfecto y pleno de la emoción requerida en aquellas películas de gran entretenimiento.

Cyd se llamaba Tula Ellice Finklea en la vida real; nació en Amarillo, Texas, estudió baile con Adolphe Bolm, Nico Charisse y Bronislava Nisinka. Debutó en Ballet Russe del Coronel de Basil en 1939, con el nombre de Felia Sidorova, pero fue en el cine, donde hizo su gran carrera.

Bailó memorables pas de deux con parejas como Don Ameche; Gene Kelly, en una escena de la célebre Cantando bajo la lluvia, y varias con Fred Astaire. Llegaron cintas como The Band Wagon, Brigadoon Silk, Stokings, The Harvey girl y muchas más, después de su debut en Something to Shout About, en 1943, para ser por más 10 años la gran estrella, pese a los celos e impedimentos de Ann Miller, otra importante bailarina de la Metro Goldwing Mayer.

El nombre de Cyd se lo dio su hermano más pequeño, cuando aún no podía pronunciar la palabra sister (hermana), y el Charisse lo tomó de su primer matrimonio con su maestro de ballet, con quien tuvo un hijo. Posteriormente se casó con el famoso cantante Tony Martin, con quien tuvo su segundo hijo.

Un homenaje a Cyd. Su recuerdo perdurará en el celuloide y en quienes la vimos bailar. Descanse en paz.

 
Compartir la nota:

Puede compartir la nota con otros lectores usando los servicios de del.icio.us, Fresqui y menéame, o puede conocer si existe algún blog que esté haciendo referencia a la misma a través de Technorati.