Usted está aquí: martes 15 de julio de 2008 Espectáculos Velada mágica de ilusionistas mexicanos

■ Buscan mejorar su oficio con nuevas técnicas

Velada mágica de ilusionistas mexicanos

Jaime Wahley

No fue un aquellarre, cual si fueran brujos, pero sí hubo apariciones y desapariciones, así como trucos de prestidigitación. Se trató, sin que esto suene a ramplona cursilería, de una noche mágica, de una velada en la que los magos concluyeron su cónclave anual.

Durante tres días estos taumaturgos trataron temas, como las mejoras al oficio en cuanto a técnicas. Merlín habló sobre la forma de presentar los actos, el ritmo, la cadencia, las pausas, en fin lo concerniente a no dejar que el respetable pierda el interés en el acto, que permanezca atento a las directrices del actor, que eso, a final de cuentas, es en lo que el mago se convierte, ya sea arriba de una tarima, junto a una mesa o, lo más difícil, en un escenario redondo como la pista de un circo.

Alberto Sobrino, el organizador del convivio, trajo a cuenta el caso de Kevin James, el mago que asombra a la clientela del Atayde.

En el encuentro también se dio cuenta de los nuevos productos ofertados a esta grey que se especializa en causar asombros aún a los más incrédulos.

Asimismo, se dieron a conocer los nuevos ingresos a la Asociación Latinoamericana de Ilusionistas, organización a la que los participantes de la reunión estan adscritos, “pues se trata, en parte, de abrir espacio a los nuevos valores”, recalcó Sobrino, mejor conocido como Mandrake, quien festejó doble, pues lo mismo cumplió años de edad que de andar en este oficio (50 aniversario).

Los magos finalmente se festejaron, ya que varios tuvieron a su cargo la parte del espectáculo de la noche de clausura.

El ventrilocuo Johnny Welch reconoció que al comienzo de su carrera se dedicó a la prestidigitación. Puso a sus bien caracterizados personajes, René Cio Contreras y El mofles, a dialogar con el público.

Luego vinieron actos de escapismo, como el de Emir y su novia, quienes emergen de un baúl con atuendos diferentes a los que usaban cuando ingresaron en el cajón.

El hijo de Mandrake hizo un número con su esposa, a quien hipnotizó.

Aflora la vena musical

Las artes no les son ajenas al gremio de los magos, hizo hincapié Sobrino, y por lo tanto afloró la vena musical que algunos tienen: el voluminoso Tony Guerrero dejó constancia de una bien educada voz, con el acompañamiento de Gerardo Aurioles, ginecólogo especializado en perinatología, amateur en la magia, que ejecutó los teclados con el acompañamiento de su pariente, Carlos, en la batería.

El espacio de trabajo de los magos se mantiene, su clientela la forma principalmente la vasta población infantil y, aunque, hay quienes se han aventurado en el oficio sin tener mucho de ello, la calidad, al final es lo que cuenta, como el caso de Lira, nacida en Brasil, pero avecindada aquí desde hace casi 20 años a causa de su matrimonio con el mexicano Mago Satany, que se dedica los fines de semana a entretener niños en un restaurante del sur capitalino, “donde me la paso de maravilla”.

 
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