■ Las imitaciones han provocado que las ventas bajen hasta 80 por ciento, afirman
Piratería china de artesanías amenaza subsistencia del mercado de la Ciudadela
■ Para celebrar 44 años del lugar, anuncian actividades para impulsar las mercancías
Ampliar la imagen Algunos artesanos del mercado de la Ciudadela señalan que han tenido que despedir a sus trabajadores debido a que las ventas se han desplomado porque las imitaciones chinas son más baratas Foto: Carlos Ramos Mamahua
La piratería china de artesanías mexicanas, que empezó con imitaciones de guitarras de Paracho o de artículos de madera de Michoacán, se ha extendido a un sinfín de creaciones que van desde los rebozos, tapetes estilo Saltillo, textiles, vestidos bordados, hasta artículos de talavera, cestería, hoja de lata, e inclusive joyería de plata y piedras, que se venden en distintos centros turísticos del país, en detrimento de los artesanos, que día con día han visto reducidas las ventas de sus productos entre 70 y 80 por ciento.
Así lo denunciaron artesanos y comerciantes del Mercado de Artesanías de la Ciudadela, quienes luego de anunciar los festejos por el 44 aniversario de este centro, exigieron a las autoridades competentes frenar este embate que ha puesto en jaque y podría llevar a la extinción a esta actividad, que distingue a cada una de las regiones del país.
Francisco Mercado, fabricante de guitarras y oriundo de Paracho, detalló que la competencia desleal que representa la introducción de instrumentos musicales piratas ha representado para su taller familiar una disminución de hasta 70 por ciento de su producción, porque se han caído las ventas. “Un producto nuestro, hecho con maderas preciosas, como el cedro, tiene un valor de 800 pesos, mientras que los de procedencia china, que no sirven para nada, porque duran un mes, te los ofrecen en 250 pesos. Con esos precios no podemos”, apuntó.
Para los fundadores del mercado, que cuenta con 355 locales, entre comercios y talleres, el declive de la actividad artesanal obedece a múltiples factores, entre ellos el elevado costo de los insumos o materiales y la falta de apoyos para la comercialización, pero cuando empezó la invasión de artesanía china la problemática se ahondó, porque la gente dejó de lado la calidad para darle prioridad a lo barato, expresaron.
“Antes se valoraba bastante todo lo que estaba hecho con plata y piedras naturales, pero ya no tanto. Cuando empezó a entrar lo chino, comenzaron a manejar un material parecido y plástico, con diseños semejantes a los nuestros. Pero te puedes encontrar artículos de todo. Ya salió la imitación de los tapetes de Saltillo, es de lo más reciente. Muchos ignoran que no son piezas originales, pero otros saben que son copias burdas, hechas en serie de lo que elaboramos aquí a mano, pero no les importa”, apuntó Silvia Gómez, quien tiene un puesto de joyería.
Un ejemplo de ello lo ofrece don Manuel Leal, creador de productos en hierro forjado. “Los faroles, candeleros y candiles que hago, los chinos los fabrican en plástico. A nadie engañan, pero así los compran. Esto prácticamente ha detenido nuestro giro. Llegué a tener, en los buenos tiempos, hasta ocho empleados en el taller, ahora sólo estoy con mis hijos. La pura familia”, expresó.
Ante ello, anunciaron que emprenderán acciones para promover las artesanías mexicanas auténticas, que comenzarán con la celebración de un aniversario más de este centro artesanal, en el que habrá, del 31 de julio al 3 de agosto, promociones con descuentos reales de cinco a 20 por ciento en diferentes artículos, así como una serie de talleres de textiles, troquelado de cobre, hojalata y alpaca, vidrio estirado y elaboración de guitarras, junto con una muestra gastronómica de Guerrero, Michoacán, Jalisco, Puebla y Oaxaca.