■ Padece obesidad 25% de los adolescentes y 70% de los adultos
Niños, vulnerables ante bombardeo publicitario de comida chatarra: INN
Casi 42 por ciento de la población mexicana, la que vive en pobreza patrimonial, es la más afectada por la obesidad y sobrepeso; se trata de adultos que de niños fueron desnutridos y ahora son obesos, señaló Abelardo Ávila, investigador del Instituto Nacional de Nutrición (INN), durante el foro Impacto sobre publicidad en niños.
En el foro, organizado por la agrupación El poder del consumidor, especialistas en publicidad destacaron la vulnerabilidad en la que se encuentran los niños ante la información engañosa que transmiten los mensajes, la ausencia de sanciones para las empresas ante ello y las necesidades que provocan en los niños, los cuales adoptan una actitud de exigencia hacia sus padres con el fin de que les compren productos chatarra.
Ávila en su intervención señaló que “estamos ante una creciente y grave epidemia de obesidad. La veíamos venir desde hace 20 años por los cambios en la alimentación y eran previsibles los daños que provocaría. El haber omitido el análisis y la prevención de estos factores de riesgo nos ha llevado a la situación que estamos viviendo”.
Explicó que 7 por ciento de los niños de hasta cinco años enfrenta el problema, pero esto crece al llegar a la pubertad, donde 25 por ciento de los adolescentes está en esa situación, y en la población adulta se tiene que 70 por ciento es obeso.
Detalló que mientras aumentan los ingresos de las familias en pobreza, cuando se llega al tercer decil o a la pobreza patrimonial, en la que se encuentra, de acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación, en 42 por ciento de la población se dispara la obesidad; se trata de la población más afectada. Agregó que hace 30 años 70 por ciento de los niños mexicanos padecían desnutrición y es el mismo porcentaje que ahora tiene obesidad.
Consideró que “hay una ingenuidad impresionante, ya que pensamos que esto se puede resolver con medidas como decir a las madres que cuiden a los niños, pero cometemos el mismo error que con la desnutrición infantil: pensar que es un problema monocausal. Antes se pensaba que faltaban alimentos y los regalaban. Ahora la obesidad se cree que es comer de más, pero hay que ver por qué y cuál es el patrón de alimentos”.
Indicó que “un niño de ocho meses, antes de verbalizar, es capaz de exigir a su madre que le ponga refresco al biberón, porque ella le enseñó y además es también consumidora de esa bebida”.
Alejandro Calvillo, de El poder del consumidor, dijo que en cuanto a anuncios de comida chatarra que se trasmiten en horarios infantiles de televisión, México encabeza la exposición a nivel mundial. Un niño que pase dos horas diarias ante la televisión se expone a alrededor de 12 mil 400 anuncios de comida chatarra al año.
Por su parte, el Instituto Mexicano del Seguro Social informó que se han sumado un millón 240 mil personas a la cruzada nacional Vamos por un millón de kilos que tiene como meta reducir la obesidad.