Al volante
■ Lanza Chrysler su nuevo modelo 2008
300C, línea estadunidense con potencia europea en México
Ampliar la imagen El 300C es un auto para quienes desean llamar la atención Foto: Carlos Ramos Mamahua
La ciudad, el garage de la casa, los estacionamientos públicos, en la calle todo se ve pequeño desde el interior del nuevo 300C 2008 de Chrysler, cuya sensación al manejarlo sería equiparable a viajar en avión, en primera clase, por supuesto.
Se trata del nuevo vehículo de esta empresa automotriz; del capricho para quien pueda darse ese lujo.
Es un gran coche estadunidense con motor europeo: Mercedes de 5.7 litros V8, que desarrolla 340 caballos de fuerza distribuidos al eje trasero por una transmisión automática de cinco velocidades. Tiene un peso total de 2 mil 177 kilos.
El Chrysler 300C es un auto lujoso y cómodo. Tiene una carrocería de cinco metros de largo, muy cuadrada, totalmente en el estilo estadunidense, que lo lleva a competir con los más grandes y elegantes del mercado, como el Audi A8, BMW Serie 7, Jaguar XJ, por mencionar algunos, sólo que con un precio inferior.
Gracias a sus dimensiones –exactamente 4.999m de largo, 1.483m de alto, 1.881m de ancho– presenta un espacio muy amplio. Dan ganas de quedarse a vivir en él o, por lo menos, tomar una siesta en sus asientos eléctricos de piel. Parece que todo está hecho para tallas extragrandes. Es un auto muy recomendable para personas grandes de tamaño o actitud. No se trata, desde luego, de un vehículo utilitario, aunque es una berlina con la que se puede maniobrar bastante bien si se tiene en cuenta su tamaño.
Cuenta con un sistema de audio con disco duro de 20GB; radio AM-FM, con dvd y MP3. Siete bocinas y amplificador de 368 vatios. Quemacocos eléctrico. Sistema de comunicación manos libres. Lámparas de alta intensidad. Sensores traseros de asistencia para estacionarse. Limpiaparabrisas con sensor de lluvia. Bolsas de aire lateral delantera y laterales tipo cortina.
El 300C es un oasis entre los automóviles. Subirse y sentir su suave manejo da la sensación de no estar transitando en una ciudad como el Distrito Federal, con hoyos en sus calles, que casi no se sienten por su eficiente suspensión. Pareciera que uno va sobre un “deslizador de Naboo”, esos vehículos que se mueven a un metro del piso, que aparecieron en algún episodio de La guerra de las galaxias.
El lugar del conductor destaca porque presenta varias posibilidades para conseguir la postura idónea. Los asientos delanteros y el volante cuentan con ajuste eléctrico en altura y profundidad. Los pedales también se ajustan.
Como mencionamos antes, los asientos delanteros son amplios y confortables, y sus plazas traseras son igualmente cómodas.
Su máquina (muy silenciosa) se amolda a la utilidad de una carrocería de estas características. El consumo de gasolina es destacable a pesar de ser un automóvil pesado.
Alcanza una velocidad máxima de 260 km/h y una aceleración de 0 a 100 en 7.6 segundos. Circulando en carretera y llevando un ritmo de 120 a 140 km/h, el consumo puede ser de nueve a 10 litros. Si circulamos por carreteras con muchas curvas, con los consabidos cambios de aceleración, el consumo puede llegar hasta los 16 litros.
El auto cuenta también con una caja de cambios automática de cinco velocidades. Su presencia es para quien desea llamar la atención.
Hay que resaltar también el tablero digital y su sistema de sonido (como para revivir un concierto). En declaraciones recientes, Trevor Creed, vicepresidente de diseño de Chrysler, señaló que en el interior su equipo se ha inspirado en la imagen de aparatos electrónicos como teléfonos móviles o reproductores de música digital, para crear el panel de instrumentos y la consola central de mandos. Lo anterior le da un auténtico toque de distinción.
Tiene, además, una cajuela con gran capacidad. Totalmente tapizada, y cuenta con ganchos y cintas para sujetar bolsas y pequeños objetos. La llanta de repuesto se sitúa por debajo del piso del maletero, cuya capacidad se puede ampliar abatiendo los asientos.
En cuanto a sus mandos, todo está claramente especificado y tiene además una función que personaliza los reglajes de asiento, volante, pedales y la memoria de las emisoras de radio. Es un sistema útil si el coche es utilizado por diferentes conductores.
No es un auto exigente con el conductor, por lo que es fácil de manejar. Sus sistemas electrónicos hacen que todo sea muy sencillo. La dirección hidráulica cuenta con tactofácil en un volante estándar. Sus potentes frenos están diseñados para evitar el sobrecalentamiento en condiciones de uso intensivo.
Tiene detalles de un auto de lujo, pero diseñados para ser usados cotidianamente sin deteriorarse. Así es que, para aquellos que deseen sentirse como en un vuelo, el 300C de Chrysler es la opción.
Para más información visitar: www.chrysler.com.mx