■ Propone Lucina Jiménez empezar en las escuelas primarias para recuperar esa instrucción

La formación de docentes, déficit de la educación artística: experta

■ Instruye Vázquez Mota al CNCA para coordinar seis mil coros en el año escolar 2008-2009

■ Presentaron libro didáctico con canciones populares que será distribuido el próximo ciclo lectivo

Ángel Vargas

De membrete, ése es el papel que desempeña a la fecha la instrucción artística en el sistema educativo oficial en México. Inclusive prevalece una creencia generalizada de que se trata de un área que fue tachada de los planes y programas de estudio, lo cual es falso.

Según señala la antropóloga y promotora cultural Lucina Jiménez, especialista en el tema, la falta de docentes capacitados en el área constituye uno de los principales lastres que impiden el resurgimiento de ése que fue, por varias generaciones, elemento esencial dentro de la formación integral de los mexicanos.

“La educación artística está incorporada oficialmente dentro de los espacios y planes, el problema es que necesitamos a los maestros; no es que esté excluida de los diseños curriculares, de hecho existen”, señala.

“Lo que no tenemos es la formación de maestros, por eso es que necesitamos ir dando pasos hacia varias direcciones, porque la educación artística no será un tema que se agote de aquí a mañana y en un solo proceso.”

Con ese propósito fue que la ex titular del Centro Nacional de las Artes, en su condición ahora de directora general del Consorcio Internacional de Arte y Escuela (ConArte), promovió ante la Secretaría de Educación Pública (SEP), con buenos resultados, un libro didáctico mediante el que se propone “recuperar”, aunque sea de forma incipiente, ese espacio que la educación artística debe ocupar dentro de las escuelas oficiales de educación primaria.

Tiraje de 25 mil ejemplares

Intitulado ¡Ah que la canción! Música mexicana en la escuela, dicho volumen fue presentado ayer en la sede de la SEP, en ceremonia en la que la titular de la dependencia, Josefina Vázquez Mota, mostró su disposición a revalorar el papel de la formación artística dentro de la enseñanza oficial.

Al respecto, manifestó un compromiso de manera pública para instruir a sus colaboradores, en particular al presidente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CNCA), Sergio Vela, para que “este año logremos por lo menos coordinar a seis mil coros cantando en las escuelas de México; seis mil coros que nos recuerden nuestra esencia y también los propósitos del país”.

La funcionaria rubricó así su participación en el acto, durante el cual se anunció que dicho material, que se realizó con tiraje inicial de 25 mil ejemplares y que contiene una selección de 30 de las canciones populares mexicanas más conocidas, será utilizado a partir del próximo ciclo escolar 2008-2009, en principio, en las escuelas primarias oficiales de tiempo completo.

La ceremonia contó con la presencia del ya mencionado titular del CNCA; la directora del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), María Teresa Franco; funcionarios de la SEP, el cantautor Armando Manzanero y compositores, entre ellos Manuel Esperón, Felipe Gil, Roberto Cantoral y Martín Urieta, además de alumnos y profesores de varias escuelas primarias.

En su intervención, Vázquez Mota subrayó que “cantar nos hace mejores personas. Aunque algunos no sepamos hacerlo, casi todos en México creemos que cantamos. La música explica lo que somos; nadie puede entender a Oaxaca sin las bandas de música; nadie podría entender la historia de nuestra vida sin la música mexicana, por eso hoy estamos dando a conocer este programa de música, para que no se olvide y los maestros mexicanos se sientan orgullosos”.

Punto de partida

En entrevista al término de la reunión, Lucina Jiménez indicó que la aceptación de este volumen por la SEP significa “un punto de partida fundamental” en la recuperación de la enseñanza artística, en la educación artística.

“Este proyecto se remonta dos años, a la par de la fundación de ConArte. Creemos que es una herramienta que nos va a ayudar mucho a devolver la educación artística a las escuelas públicas, pero desde el punto de vista de la música. La educación artística es más amplia que el ámbito musical, aunque reconozco, en lo personal y lo profesional, que la música es fundamental”, señaló.

“La propuesta nos ayudará a tender puentes entre generaciones y, además, a buscar un vínculo entre la escuela y la familia alrededor de la música que escucharon nuestros padres, abuelos, tíos...

“El cuaderno aborda muchos ejercicios para los maestros, para que puedan orientar esa vinculación y ese trabajo de investigación con los padres de familia y también dentro de la escuela. Creo que es una manera de comenzar a trabajar, porque está orientado para los maestros de aula y los de música. Esa es una cualidad en el material, porque pueden trabajar con él quienes tienen o no conocimientos musicales.”

La especialista subrayó que ConArte no busca sustituir el papel de las instancias públicas y aclaró que el libro –del cual se preparan cuando menos otros dos volúmenes– será entregado a la SEP para que ésta a su vez lo distribuya en las entidades o zonas donde considere pertinente.

¡Ah que la canción!, además de la lírica, contiene notas sobre el autor y la obra, sugerencias de ejercicios para que los maestros estimulen también otros conocimientos (español, geografía, valores), las partituras de los arreglos y tres discos compactos con las pistas de los mismos, “una especie de karaoke mexicano”.

“Este pequeño libro –dijo Lucina Jiménez– encierra un enorme patrimonio: las canciones y la música de varios de nuestros grandes autores y compositores, y cuyo conocimiento quedó truncado en las aulas, debido a la explosión de otras músicas, a la falta de maestros, pero también a la ausencia de materiales adecuados para su enseñanza.”