■ Documentos del Archivo General de la Nación dan cuenta del surgimiento y desaparición del MAR
Grupo guerrillero recibió adiestramiento de Corea del Norte durante la guerra fría
La preparación para integrar el grupo guerrillero denominado Movimiento de Acción Revolucionaria (MAR) duró poco más de dos años. Su desarticulación, unos meses. La historia inició a finales de 1968, cuando un puñado de jóvenes buscó entrenamiento político-militar en naciones socialistas, pero Cuba, China, Unión de Repúblicas Soviéticas Socialistas (URSS), Argelia y Vietnam se negaron a capacitarlos por distintas causas, según documentos oficiales de la época.
Eran tiempos de la guerra fría: Rusia y Estados Unidos mantenían una disputa mundial por la implantación de regímenes capitalistas o socialistas. Los jóvenes querían un México más justo, y el gobierno mantener el status quo, y aunque Cuba era la nación socialista más cercana, se negó a brindarles apoyo, porque en aquellos años las autoridades mexicanas fueron las únicas que asumieron una posición solidaria con su revolución en América Latina.
Documentos del Archivo General de la Nación (AGN) dan cuenta de la historia del MAR, un grupo guerrillero que de 1968 a 1970 logró que la República Popular Democrática de Corea capacitara a 53 de sus “cuadros” durante seis meses, pero cuya organización comenzó a perder integrantes, por deserción, desde su regreso a territorio nacional, en septiembre de 1970.
Los informes de las secretarías de Gobernación y de la Defensa Nacional de aquellos años –conocidos como los de la guerra sucia– se mezclan y dan un contexto de lo que sucedía en México en aquellos años:
Según la versión oficial, uno de los guerrilleros detenidos, narró a la Dirección Federal de Seguridad (DFS) las vicisitudes que pasaron para formar “una organización que actuase en México en una lucha revolucionaria”. El documento, fechado el primero de marzo de 1971 contiene el supuesto testimonio de cómo los integrantes del MAR comenzaron a fraguar su idea “cuando estudiaban en la Universidad Patricio Lumumba, de Moscú, en 1966. Con ese acuerdo comenzaron a visitar las embajadas en Moscú de diversos países, entre ellos Cuba, cuyos funcionarios diplomáticos, una vez enterados de sus pretensiones, ya que solicitaban ayuda económica y entrenamiento, les dijeron que tratándose de México no accedían.
“Por ello visitaron también la embajada de Vietnam, en donde no los tomaron en cuenta porque, según les dijeron, bastante tenían con sus propios problemas. Igualmente se entrevistaron con diplomáticos de la República Popular de China, quienes les pusieron como condición un desmedido culto a Mao Tse Tung y que en nuestro país actuaran como agentes de aquella nación asiática.
“Por último, después de muchas visitas a la embajada de Corea del Norte, al terminar sus estudios en Moscú, en 1968, fueron invitados a visitar la ciudad de Piong Yang, lo que fue aprovechado para formalizar su petición de ayuda, aceptando los norcoreanos un plan de reclutamiento que fue elaborado por los solicitantes”, indica el oficio en el que también se da cuenta de las escuelas de “cuadros”, que el MAR instaló en distintas ciudades de México.
Según los reportes oficiales, los norcoreanos únicamente aceptaron a 10 en el primer grupo, luego serían 50 personas más divididas en grupos de 25. Los primeros “debían especializarse para la lucha urbana, y después recibirían a otros para adiestrarlos en lucha rural”.
El dinero para los pasajes de los 10 primeros, indica el documento, fue entregado por “un funcionario norcoreano”.
Así, los primeros salieron de México con destino a Piong Yang, pasando por París, Berlín, Polonia y Moscú. Ésta es la versión oficial de la travesía: “cuando se encontraban en Berlín Oriental, y se les hizo saber el final de su viaje, se les proporcionó a todos y cada uno de ellos un pasaporte que los acreditaba como nacionales de Norcorea, con la circunstancia de que al parecer los funcionarios de migración de la URSS y de algunos otros países socialistas, como Checoslovaquia y Polonia, estaban enterados de esa suplantación de nacionalidad, porque inclusive se dio el caso de que al solicitarles sus respectivos pasaportes cuando viajaban en ferrocarril, a uno de ellos le encontraron su cartilla del servicio militar mexicano, y la persona que lo hizo, por medio de señas le indicó que lo ocultara. Al llegar a Moscú, tampoco se hizo revisión de sus documentos migratorios”.
Manejo de armas
Durante su estancia en Piong Yang, el entrenamiento consistió, según los documentos, en “enseñanza teórica sobre filosofía y economía marxista, teoría y práctica sobre manejo y uso de armas de fuego, manejo de bazuka, lanzamiento de granadas, emboscadas, preparación y uso de explosivos. En general, tácticas de guerra de guerrillas”.
Los integrantes del MAR retornaron en septiembre de 1970, y “para atender a las indicaciones de sus maestros norcoreanos por cuanto a la difusión de los conocimientos adquiridos, inició el reclutamiento de nuevos miembros y se instaló la primera escuela de cuadros en Pátzcuaro, Michoacán; otras dos en Salamanca e Irapuato, Guanajuato; una más en Querétaro, y la última en Jalapa, Veracruz”. Los cursos duraban de mes y medio a dos meses.
Su línea fundamental era “la preparación de sus miembros para la lucha armada y la bifurcación que ésta podía tener en el momento adecuado, es decir, contar con un aparato urbano al que se le denominaría Dos de Octubre, y un ejército rural al que se llamaría Ejército Popular del MAR.
Sin embargo, en enero de 1971 comenzaría su debacle, con las primeras detenciones por el asalto cometido en contra de un pagador del Banco de Comercio, de Morelia, Michoacán, al momento de arribar a la capital del país en la terminal de los autobuses Tres Estrellas, en la colonia Doctores. Este asalto ocurrió el 19 de diciembre de 1970, y los integrantes del MAR obtuvieron un botín de 84 mil dólares, poco más de un millón de pesos en aquel entonces.
El 4 de marzo de ese año fue detenido en la ciudad de México el hombre que durante una revisión migratoria en Moscú sacó su cartilla del servicio militar nacional; según los documentos, le habían tocado 5 mil dólares del robo.
El 6 de marzo de 1971, la DFS interrogó al autor intelectual del asalto, un integrante del grupo armado que entre 1961 y 1962, laboró en el Banco de Comercio.