La final, en estadio con pasado nazi
Viena, 28 de junio. Viena, que eligió renovar su viejo estadio de 77 años en lugar de construir uno nuevo para la Eurocopa 2008, albergará la final Alemania-España, en un complejo que sirvió para la propaganda nazi y se utilizó como prisión improvisada por los seguidores de Hitler. El estadio Ernst Happel, llamado Prater en sus orígenes, abrió sus puertas por primera vez, luego de 23 meses de construcción, en 1931, para la segunda Spartakiade de trabajadores. El 3 de abril de 1938 se realizó el Partido de la Anschluss, 15 días después de la ocupación alemana en Austria a cargo de Adolf Hitler. La propaganda nazi intentó hacer pasar ese partido como una reconciliación entre las dos partes del Reich y los austriacos derrotaron a los alemanes 2-0 delante de grandes banderas nazis. Luego, el 10 de septiembre de 1939, la Gestapo alemana usó el inmueble como una gigantesca prisión y retuvo a más de mil judíos con el pretexto de que las prisiones vienesas estaban desbordadas. Apodado La vieja dama por los vieneses, el estadio se hizo una refrescadita de unos 37 millones de euros para la Eurocopa.