■ El propósito original de 100 puntos quedó reducido a cinco temas centrales

Sepultan en Villahermosa el PPP y lo reciclan como Proyecto Mesoamérica

■ Presenta Calderón un programa de créditos de vivienda para apoyar a Centroamérica

Claudia Herrera Beltrán (Enviada)

Villahermosa, Tab., 28 de junio. El Plan Puebla-Panamá (PPP), uno de los proyectos más ambiciosos y polémicos del gobierno de Vicente Fox, desapareció como tal en la décima Cumbre de Tuxtla, luego de ser rebautizado como Proyecto Mesoamérica.

Si bien los nueve jefes de Estado y de gobierno lo presentaron como un cambio de nombre, el PPP quedó enterrado en su concepción inicial, pues los 100 proyectos originales quedaron reducidos a cinco grandes temas, y la construcción de la refinería, el núcleo de las iniciativas de Fox, ni siquiera fue mencionada en las conversaciones sobre el plan ni en la Declaración de Villahermosa.

En la práctica, la propuesta que presentó el presidente Felipe Calderón para apoyar a Centroamérica es un programa de créditos de vivienda, en el que México aportará 33 millones de dólares provenientes del Pacto de San José.

Calderón promovió el cambio de nombre y junto con su homólogo salvadoreño, Elías Antonio Saca, hizo el anuncio, con lo que concluye un plan nacido hace siete años en medio de la polémica y que varias veces fue declarado muerto por sus críticos, debido a retrasos y escasos avances.

En su encuentro en esta ciudad, los nueve jefes de Estado y de gobierno también acordaron impulsar una iniciativa del mandatario panameño, Martín Torrijos, para hacer compras consolidadas de medicamentos, vacunas e insumos médicos, como parte de un plan para crear un Sistema Mesoamericano de Salud Pública.

Un año y dos meses tomó a Calderón cambiar nombre y perfil del PPP. Desde la cumbre extraordinaria de abril en Campeche, la primera que el michoacano encabezó, se anunció el “relanzamiento” del plan, aunque paradójicamente, desde entonces se decidió darle nuevo nombre y reducir la mayor parte de sus proyectos, como finalmente ocurrió en esta cumbre.

Tras siete horas de conversaciones, los presidentes de México, El Salvador, Panamá; de Costa Rica, Óscar Arias; Guatemala, Álvaro Colom; Honduras, Manuel Zelaya; Nicaragua, Daniel Ortega; Colombia, Álvaro Uribe, y el primer ministro de Belice, Dean Barrow, firmaron la Declaración de Villahermosa.

Al darla a conocer, Calderón anunció la transformación del PPP en Proyecto de Integración y Desarrollo de Mesoamérica, que de manera abreviada se conocerá como Proyecto Mesoamérica, y que –se señala– tendrá un componente social relevante, sobre todo en vivienda y salud.

Para darle su sello al Proyecto Mesoamérica, Calderón anunció un programa de vivienda, que busca replicar el modelo mexicano de desarrollo en ese campo. Incluso, su secretario de Hacienda, Agustín Carstens, hizo una presentación especial, donde explicó que los recursos provendrán del Acuerdo de San José y se destinarán a financiar 50 mil acciones para el mejoramiento, mantenimiento y ampliación de viviendas y 10 mil más para la adquisición de casas mediante garantías financieras.

Hacienda aportará un capital semilla en el Banco Centroamericano de Integración Económica, que fungirá como banca de segundo piso al otorgar créditos a los intermediarios, y éstos a las familias y desarrolladores de vivienda.

Además de los 33 millones de dólares, México dará asistencia técnica por 250 mil dólares para crear un “andamiaje financiero” y generar certeza jurídica al desarrollo de vivienda en la región. La meta a largo plazo, según Carstens, es impulsar 500 mil acciones de vivienda.

Rechazan criminalización

En la declaración final, los jefes de Estado y de gobierno también hicieron una tibia crítica a la Ley de Retorno, aprobada por el Parlamento Europeo, que endurece las medidas contra los migrantes. “Manifestamos nuestra más seria preocupación por las repercusiones negativas que este tipo de políticas, que criminalizan la migración, tienen sobre los derechos humanos y la dignidad de las personas”, expresaron.

En abono a esta postura, Calderón declaró al presentar las conclusiones que la solución al tema migratorio “no pasa ni por muros, ni por redadas”, sino por el diálogo y la cooperación para el desarrollo. Sin embargo, el reclamo no fue más allá de un pronunciamiento.

A unas horas de que el Congreso estadunidense aprobara la Iniciativa Mérida, algunos presidentes expresaron su interés de replicar esta experiencia en sus naciones y anunciaron que buscarán estrechar la cooperación con el gobierno de Estados Unidos Unidos en el combate al crimen organizado. Advirtieron que confrontarán el tráfico de drogas y de personas “con toda la fuerza y capacidad” de sus gobiernos.