■ Familiares y amigos de los nueve jóvenes muertos realizaron una misa en su honor
“Queremos justicia así como ustedes quieren votos”, clamor en el News Divine
■ Testigos de los hechos detallan los abusos que sufrieron por parte de policías
Ampliar la imagen Frente a la puerta de la discoteca News Divine se celebró una misa para recordar a los fallecidos Foto: Víctor Camacho
Ampliar la imagen Familiares, amigos y compañeros de los jóvenes muertos expresaron en una carta sus sentimientos por los hechos de hace una semana
Ayer en la discoteca News Divine no hubo nombres, pero sí voces que se levantaron para pedir justicia “caiga quien caiga”. Tras cumplirse una semana de la muerte de 12 personas; conocidos, amigos y familiares de los nueve jóvenes que perdieron la vida se reunieron para exigir que sean escuchados por las autoridades.
“Queremos voz, como ustedes quisieron votos. Queremos que la ley se cumpla y sea justa así como ustedes quieren que se cumplan los impuestos. Queremos policías preparados para evitar este tipo de tragedias así como ustedes quieren altos cargos, queremos paz, queremos justicia”, se lee en una carta firmada en apoyo de las víctimas.
El texto leído por Luis Antonio López fue firmado por los asistentes a la ceremonia religiosa que ayer los vecinos de la colonia Nueva Atzacoalco celebraron en memoria de los fallecidos, celebrada en la puerta de la discoteca News Divine, donde se desataron los hechos.
En la misiva se expresa “el coraje, luto y sobre todo tristeza por recordar a los que ya no están aquí”.
Pero también impotencia, César Daniel iba a la paquetería del bar por sus pertenencias, en ese momento, relató el joven de 17 años, fue sujetado por policías a jalones y empujones “me subieron al camión y nos llevaron a la agencia que está detrás de la estación Villa de Aragón del Metro”.
Primero eran dos patrullas, recordó, “veían que éramos tantos chavos y no la hacían de a tos, pero ya cuando llegamos había más patrullas y nos empezaron a agredir. Nos veían y decían ‘pinches chamacos pendejos’ y que nos iban a dar en la madre”.
A las chavas, señaló, “las pusieron contra la pared y con celulares les empezaron a grabar los glúteos y a varias les sacaron fotografías”, precisó que no todos abusaron, “había unos que se portaron buena onda, pero otros sí nos maltrataban”.
Los testimonios de jóvenes detenidos coinciden en señalar que se les retiraron agujetas, cinturones y que después de varias horas se les trasladó a la agencia 50 del Ministerio Público. Antes de llegar a ese lugar, los mantuvieron de pie, les hicieron preguntas y tomaron fotografías, además, afirman, les propinaron golpes y empujones.
Por ello se unen a la exigencia y firman el documento que leyeron ayer, porque en la Nueva Atzacoalco hay coraje, luto y sobre todo tristeza, “porque lo peor ya lo pasamos, la muerte. Sólo eramos un grupo de jóvenes que queríamos divertirnos sin saber que la tragedia estaba afuera”.
En la reflexión reconocen: “no sólo culpamos a los policías, porque ellos son herramientas cumpliendo órdenes de los superiores y los nombres todos los sabemos”. Para concluir el texto consignan, “queremos la indemnización de los familias, la liberación de Alfredo (Maya, presunto dueño del lugar) y que paguen los verdaderos culpables: los asesinos de los niños”.
Isis aún tiene en sus brazos las marcas del operativo, los moretones son la huella de los golpes que recibió en su intento por salir del lugar. Ella y su grupo de amigas: Tania, Belén, Jéssica Yasiri, Katia y Claudia, asiduas cada viernes al News Divine, ven las imágenes en periódicos y televisión y recuerdan el hecho.
Mónica, de 16 años, asistió a la ceremonia. Relata que hace una semana no salió del News Divine por la puerta que da a Eduardo Molina: “Los policías empezaron a empujar a la gente y aventarla. Yo no me acerqué a la puerta principal, me quedé al fondo y luego me sacaron por la puerta de atrás, fuimos como 50 a los que nos sacaron por ahí”.
Una mujer que pidió el anonimato se refirió a las amenazas que han recibido los vecinos durante los días recientes: “Simplemente dicen ‘sabes qué, ya salte de aquí, ya no digas nada, ya no hables, es más, si es preciso ya ni te aparezcas’, es todo lo que dicen, al final, ‘cuídate.’”