■ Empieza en Villahermosa la décima cumbre de diálogo de Tuxtla
Eliminarán 95% de proyectos del Plan Puebla-Panamá
■ Llama Calderón a impulsar desarrollo regional con iniciativas conjuntas
Ampliar la imagen Pobreza y combate al crimen organizado, entre los temas que analizarán los mandatarios Foto: Notimex
Villahermosa, Tab., 27 de junio. Aunque en el discurso se ofreció dar un “impulso renovado” al Plan Puebla-Panamá (PPP), 10 jefes de Estado y de gobierno comenzaron hoy los trabajos de la décima cumbre del Mecanismo de diálogo y concertación de Tuxtla con la mira puesta en recortar los alcances de esta iniciativa eliminando 95 por ciento de los proyectos.
Bajo estrictas medidas de seguridad, que involucran a unos 3 mil policías y elementos del Ejército Mexicano, los gobernantes de México, Centroamérica y Colombia, así como ocho mandatarios del sur-sureste del país, sostuvieron sus primeras reuniones y cenaron en la Quinta Grijalva previo al comienzo formal de la cumbre, este sábado.
Dos retenes de policías fueron instalados en una carretera a las afueras de Villahermosa, camino que conduce al Hotel Hilton, sede de los trabajos. Además, ese lugar y la Quinta Grijalva, donde cenaron los mandatarios, estuvieron custodiados por militares a bordo de vehículos del Ejército, que impidieron el paso a cualquier persona que no fuera de las delegaciones presidenciales.
Al dar la bienvenida a sus homólogos, en la cena que ofreció en la casa del gobernador priísta Andrés Granier, el presidente Felipe Calderón aseguró que desde el inicio de su gobierno ha trabajado arduamente para dar un renovado impulso al PPP, y se mostró convencido de que debe evolucionar hacia un programa mesoamericano de integración y desarrollo que signifique bienestar social, económico y en materia de seguridad para la región.
Antes de que él y su homólogo de El Salvador, Elías Antonio Saca, hicieran un brindis, resaltó que México pertenece orgullosamente a Mesoamérica y Latinoamérica, e hizo un llamado a sus invitados a alcanzar un desarrollo regional con iniciativas conjuntas, porque “juntos somos más fuertes”.
Frente a Calderón se encontraban los presidentes de Colombia, Álvaro Uribe; Costa Rica, Óscar Arias; El Salvador, Elías Antonio Saca; Guatemala, Álvaro Colom (quien se retirará antes de que concluyan los trabajos debido al fallecimiento de su ministro y viceministro de Interior a causa de un accidente); Honduras, Manuel Zelaya; Nicaragua, Daniel Ortega; Panamá, Martín Torrijos; República Dominicana, Leonel Fernández, y el primer ministro de Belice, Dean Oliver Barrow.
La lista de invitados se completó con los gobernadores de Puebla, Mario Marín; Veracruz, Fidel Herrera Beltrán; Oaxaca, Ulises Ruiz; Tabasco, Andrés Granier; Quintana Roo, Félix González Canto; Campeche, Jorge Carlos Hurtado; Guerrero, Zeferino Torreblanca, y Yucatán, Ivonne Ortega.
De esta forma, Calderón insistió en el discurso en el relanzamiento del PPP, iniciativa que desde su nacimiento (en 2001) y con el impulso del entonces presidente Vicente Fox Quesada se ha desarrollado en medio de la polémica, demoras e incluso llegó a ser declarada muerta por sus críticos.
El PPP no es panacea
Sin embargo, en la realidad el plan quedará reducido. En la ciudad de México, el subsecretario para América Latina de la cancillería, Gerónimo Gutiérrez, explicó que si bien están decididos a relanzar el PPP, “no somos ingenuos, no es panacea, no pretende solucionar todos los problemas de la región, ni mucho menos”.
De hecho, la canciller mexicana Patricia Espinosa declaró el 3 de junio pasado en Colombia que se eliminarán 95 por ciento de los 100 proyectos del PPP, por lo que al final quedarán cinco “grandes” en los campos de salud, carreteras, electricidad, telecomunicaciones e información cibernética.
En tanto, el proyecto para construir una refinería en Centroamérica sigue en pie, pero aún sin definiciones importantes. De acuerdo con Gutiérrez, está en marcha el proceso de licitación, que concluirá en septiembre. Pero como la iniciativa privada definirá la sede de la refinería, continuará la batalla entre los países de la región por obtener esa inversión.
La agenda de temas que abordarán los jefes de Estado y de gobierno incluye pobreza, combate al crimen organizado y tráfico de personas y cambio climático. Sobre el tercer punto, se prevé que en la declaración final los gobiernos se comprometerán a redoblar esfuerzos contra el tráfico y la trata de personas. Incluso, que los países sin comisión para ese fin avancen en su creación.
Como telón de fondo de la cumbre está el conflicto que se generó esta semana entre Colombia y Nicaragua, después de que el gobierno de Uribe acusó al presidente nicaragüense, Daniel Ortega, de hacer apología del terrorismo. En ese contexto se encontrarán ambos mandatarios.
El presidente mexicano aprovechó para sostener reuniones bilaterales. La primera fue con el mandatario de Colombia, Álvaro Uribe, y después tendrá otras con el gobernante de Costa Rica y el nuevo primer ministro de Belice.
También tuvo un encuentro a puerta cerrada con siete gobernadores del sur-sureste del país, quienes –de acuerdo con un escueto comunicado de la Presidencia– le expusieron el proyecto Corredor industrial frontera sur y le detallaron la capacidad que tiene la zona en recursos forestales, energéticos y turísticos.