“Absurdo y lamentable, decir que no se considerará la consulta popular”
La titular de la Secretaría de Energía, Georgina Kessel, no es portavoz del Senado, y sus declaraciones recientes, en el sentido de que no se tomará en cuenta la consulta popular para dictaminar la reforma de Petróleos Mexicanos (Pemex), lo que prueba es “la desesperación de Felipe Calderón y sus funcionarios, al no poder posicionar sus iniciativas privatizadoras”, advirtió el senador perredista Arturo Núñez.
En esto coincidió el también perredista Ricardo Monreal, y ambos pidieron a Kessel no confundirse, toda vez que el acuerdo firmado por todas las fuerzas políticas en abril pasado, al concluir la toma de las tribunas de ambas cámaras, precisa que al finalizar los foros de discusión se iniciará el trabajo legislativo, no que se procederá a votar la reforma.
Por separado, el presidente de la Comisión de Energía del Senado, el priísta Francisco Labastida Ochoa, comentó que después de la conclusión de los foros de consulta –el próximo 22 de julio–, los integrantes de las comisiones dictaminadoras comenzarán a reunirse. Dijo que no podría calcular cuánto tiempo les llevará la discusión jurídica y la búsqueda de acuerdos en torno a los cambios que realizarán.
Cuestionado sobre la consulta popular que efectuarán los perredistas en algunos estados, consideró que todo partido tiene derecho a aplicar ese tipo de mecanismos ciudadanos, pero los senadores están en la obligación de legislar y llevar a cabo las modificaciones correspondientes a las iniciativas de Calderón.
Integrante de las comisiones dictaminadoras, el senador Núñez consideró “absurdas y lamentables” las afirmaciones de Kessel de que se dictaminará la reforma de Pemex sin tomar en cuenta la consulta popular que se llevará a cabo. “Esa decisión corresponde a los senadores, no a una empleada del Ejecutivo”, advirtió.
“Es evidente que en el gobierno de Calderón están desesperados porque no han logrado el respaldo para su reforma. Removieron incluso al coordinador de los senadores del PAN, Santiago Creel; trataron de desacreditar los foros de debate y ahora quieren modificar las reglas, al traer directamente a funcionarios de Hacienda y otros servidores públicos, porque no han encontrado a nadie que abiertamente dé la cara por una propuesta que pretende entregar el petróleo a intereses extranjeros”, destacó.
Por separado, Monreal Ávila comentó que a Calderón le preocupa también mucho la fuerza que ha ido cobrando el movimiento en defensa del petróleo que encabeza Andrés Manuel López Obrador, y de ahí “los desatinos del gobierno de facto”.
Adelantó que no se opondrá a la decisión de la Junta de Coordinación Política de hacer descuentos en los salarios de los legisladores del Frente Amplio Progresista (FAP) que faltaron a sesiones el pasado periodo ordinario, por mantener las tomas de tribunas.
“En mi caso, si quieren rebajarme todo abril o todo el año, no tengo ningún inconveniente, porque con ese movimiento logramos detener que se aprobara al vapor la reforma privatizadora de Pemex”.
Resaltó que ha sido esencial la realización del debate en el Senado, porque en voz de técnicos, académicos y expertos en el tema se ha puesto de manifiesto que la propuesta de Calderón viola la Constitución y pone en riesgo el futuro del país al proponer que la renta petrolera pase a manos de trasnacionales.