■ Llega a México Bajo la Luna II: viaje por la ciudad, obra itinerante de Miquel Navarro
Intervendrán niños una instalación para construir una urbe imaginaria
■ Un millar de figuras metálicas servirá para que los pequeños descubran el entorno donde viven
Ampliar la imagen Instalación de Miquel Navarro que a partir de mañana será intervenida por los niños en el museo de Pino Suárez 30, Centro Histórico Foto: Cortesía del Servicio de Programación para el Público Joven del Centro Pompidou, París
La instalación Bajo la luna II: viaje por la ciudad, del escultor español Miquel Navarro, permitirá a los niños de entre cinco y 12 años de edad intervenir libremente la obra y construir una ciudad imaginaria para reflejar cómo viven y cuáles son sus necesidades, al tiempo que comprenderán la diversidad de las urbes.
La obra que albergará el Museo de la Ciudad de México, a partir de este sábado, está compuesta por un millar de figuras metálicas como cubos, pirámides y torres, que se despliegan sobre una superficie de 50 metros cuadrados y que Navarro diseñó para lograr hasta 40 formas.
Producida por encargo del Servicio de Programación para el Público Joven, del Centro Pompidou, de París, la instalación estimulará la creatividad de los niños para que conozcan las diferentes densidades de una ciudad, materiales, formas, puentes y todo lo que simbolizan las edificaciones, explicó el curador Boris Tissot.
“Miquel –agregó Tissot– ha inventado varias formas; es un artista contemporáneo que explora el tema de ciudades imaginarias y habla del futuro en sus propuestas; aquí encontramos una relación entre juego y arte, partiendo siempre desde la historia y la realidad de la vida cotidiana.”
La lectura de la urbe imaginaria que realizarán los visitantes contará con el apoyo de talleristas de servicios educativos del museo, quienes invitarán a los niños a descubrir su ciudad, los monumentos, avenidas, casas, transporte, hasta recrear la vista aérea de una ciudad.
Tissot comentó que en el diálogo con los talleristas, los niños aprenderán que en las ciudades también ocurren desastres, como tsunamis o temblores, y su trabajo consiste en reconstruir una ciudad en grupo a partir de su experiencia.
Para el curador francés fue interesante descubrir que está capital está construida sobre una laguna, pues una urbe siempre tiene secretos por revelar. “A los niños les gusta buscar tesoros que están en su memoria y pertenecen a su historia; en este museo hay objetos que representan el pasado de México y esto ayudará al juego de construir una urbe.”
Potencial lúdico y didáctico
Cristina Faesler, directora del Museo de la Ciudad de México, manifestó que Bajo la Luna II –que es una obra de arte, porque implica apertura interpretativa, goce estético y valor expresivo– busca en cada niño un creador por poseer potencial lúdico imaginativo, didáctico y formativo en un sentido social y ambiental.
La propuesta de Navarro, abundó, intenta descubrir “cómo viven la ciudad los niños, qué les gusta, qué les desagrada, qué cambiarían. Así, a la vez que aprenderemos de sus percepciones ellos reflexionarán sobre lo que significa ser habitante de una metrópoli. Los participantes recrearán su realidad diaria y, de este modo, tendrán posibilidades de entenderla mejor y comenzar a desarrollar un espíritu ciudadano tolerante, crítico y comprometido”.
Faesler explicó que los grupos, integrados por 15 a 20 niños, trabajarán con dos talleristas durante hora y media, hasta recrear una ciudad. Se realizarán tres talleres gratuitos de martes a domingo a las 11, 13 y 15 horas.
La pieza itinerante de Miquel Navarro, proveniente de Panamá, será intervenida libremente este sábado a las 12 horas en el museo de Pino Suárez 30, Centro Histórico, donde permanecerá expuesta hasta el 22 de septiembre.