Entrevista a Lorenzo Zambrano, presidente y director general de Cementos Mexicanos
Buscamos acuerdo para permanecer en Venezuela
Queremos contribuir al crecimiento de esa nación hermana
Somos respetuosos de la decisión del presidente Hugo Chávez de nacionalizar Cemex Venezuela, y tenemos la voluntad de seguir trabajando en ese país y de colaborar con las autoridades, con el propósito de encontrar espacios de negociación mutuamente satisfactorios
Ampliar la imagen “Beneficio directo a la comunidad” es lo que define en última instancia el interés de Cemex por mantener sus inversiones en Venezuela, afirma Lorenzo Zambrano, presidente de la cementera mexicana
A pesar de que la decisión del gobierno de Venezuela de nacionalizar la industria cementera, anunciada el pasado 3 de abril por acuerdo del presidente Hugo Chávez, afecta los intereses de la empresa Cementos Mexicanos (Cemex) en aquel país, su presidente y director general, Lorenzo Zambrano, manifestó que tiene voluntad de permanecer trabajando en la nación sudamericana y colaborar con las autoridades, con el propósito de encontrar espacios de negociación mutuamente satisfactorios.
Interrogado sobre esta determinación, Zambrano respondió, en entrevista telefónica con La Jornada, que respeta y entiende la individualidad de cada nación.
Reiteró la disposición al diálogo y al acuerdo con las autoridades de Venezuela, y convino en que “habrá formas de hacer dinero, pero el único medio para hacer un negocio socialmente sustentable es dando un beneficio directo a la comunidad”. Esto, agregó, es lo que define en última instancia el interés de Cemex por mantener sus inversiones en ese país.
Al continuar la conversación que este diario buscó para conocer el estado de las negociaciones de la compañía mexicana con el gobierno de Venezuela, Lorenzo Zambrano explicó que esta es la primera vez que enfrenta un proceso de nacionalización de una de las empresas que encabeza desde que asumió, en 1985, la dirección de Cemex.
“Creo que ahora mismo no es apropiado mencionar detalles de la negociación que sostenemos con el gobierno de la República Bolivariana de Venezuela, pero sí les hemos dicho que nuestra intención es, de alguna manera, colaborar con los venezolanos a que tengan éxito en la gestión de la industria para que ellos, a su vez, tengan la seguridad de que todo lo que se haga se traduzca en y para el bienestar del pueblo venezolano.”
Sin embargo, en la historia reciente de Cemex no se trata del único episodio en que la directiva se ha visto precisada a discutir con un gobierno la mejor solución, tanto para la empresa mexicana como para su contraparte oficial. En 1989, el Departamento de Comercio del gobierno estadunidense resolvió en favor de empresarios de aquel país una demanda por dumping en contra de Cemex, con el argumento de que el cemento mexicano se vendía en Estados Unidos a precios por debajo del costo de producción.
Zambrano comenta que, 16 años después, la tarifa compensatoria de 58 por ciento que se impuso a las exportaciones de Cemex hacia Estados Unidos se dio por finalizada.
Un segundo episodio tuvo lugar en 1996, cuando el propio Departamento de Comercio estadunidense informó a Lorenzo Zambrano que no podría, al igual que sus principales colaboradores, ingresar a aquel país hasta que dejara de producir cemento en Cuba, de acuerdo con la ley Helms-Burton.
Para el responsable de una empresa mexicana que controla aproximadamente 80 plantas de cemento y 2 mil 500 de concreto en 50 países, el tema primordial en este proceso de negociación con el gobierno del presidente Hugo Chávez es el de mantener el nivel de relaciones que ha sostenido con Venezuela desde la década de los 90, cuando adquirieron la empresa Venezolana de Cemento (Vencemos).
“Hemos trabajado siempre, en cada país donde nos encontramos, por el bienestar de esa nación. La verdad es que pensarlo de otra manera no es una buena forma de hacer negocios.
“Habrá formas de hacer dinero, pero la única manera de hacer negocio socialmente responsable es haciéndolo en bien de la comunidad. Y esa es la única manera de que, en el mediano y largo plazos, pueda uno, con conciencia, darle sustentabilidad a una empresa. Esa es la línea que ha marcado y seguirá marcando nuestra trayectoria”, señaló el empresario regiomontano.
Respecto de los programas sociales, Zambrano se refirió, en primera instancia, a los 3 mil empleos directos que genera Cemex Venezuela, así como al hecho de que con sus productos y servicios ha contribuido con la construcción de alrededor de 50 por ciento de lo que se ha edificado en ese país en los años recientes, además de que en 2007, 59 por ciento de las utilidades fueron reinvertidas en esta empresa.
Explicó que establecieron alianzas con el Ministerio del Poder Popular para la Vivienda y el Hábitat y, desde 2005, firmaron el primer convenio para el suministro de Cemento Solidario Vencemos, orientado a obras de interés social a un precio preferencial, mientras en 2006 signaron un segundo convenio para promover la construcción de Viviendas Masivas y Suministro Prioritario de Cemento para Vivienda.
Un año después, establecieron otras alianzas con organismos gubernamentales para el suministro de Cemento Solidario Vencemos, a efecto de suplir las necesidades del programa gubernamental Sustitución de Rancho por Vivienda, y de otro que tiene como objetivo fomentar la educación y capacitación del consumidor en materia de productos, usos y técnicas de autoconstrucción y venta de materiales de construcción a precios solidarios.
Ahora, continúa, el gobierno venezolano ha manifestado que quiere el control mayoritario de la empresa Cemex Venezuela SA, CA. Han expresado que quieren como mínimo 60 por ciento o llegar inclusive al ciento por ciento de la cementera.
“Nuestra posición es, desde luego, coadyuvar en lo que sea posible al gobierno para que esta nacionalización realmente beneficie al pueblo venezolano, al que tanto queremos como pueblo hermano. Venimos del mismo vecindario, somos una compañía mexicana muy solidaria con los países latinoamericanos. Nos sentimos a veces, digamos, un poco desconcertados de que nos vean como los malos, cuando realmente hemos hecho un esfuerzo noble, no sólo en Venezuela, sino en todos los países donde estamos, para ser una empresa socialmente responsable”, insistió.
–¿En qué condiciones se encuentra Cemex Venezuela en este momento?
–Como lo he dicho al propio gobierno venezolano, nosotros somos muy respetuosos de las decisiones del presidente de un Estado soberano, el presidente democráticamente electo de Venezuela, Hugo Chávez, y respetamos su decisión de nacionalizar Cemex Venezuela.
“Esa es una prerrogativa que tiene como jefe de Estado. En Venezuela siempre hemos actuado dentro de las normas que marcan sus leyes, como lo hemos hecho siempre en todos los países donde trabajamos. En todo momento respetamos las regulaciones vigentes. Creemos que hemos hecho mucho por Venezuela dentro de Venezuela; por un lado, con una serie de programas sociales que benefician directamente a las familias de esta nación, pero sobre todo, hemos procurado siempre beneficiar al país y a los venezolanos con nuestra presencia, con nuestro trabajo y con nuestras inversiones. Ese ha sido el fin de estar ahí.”
–¿Cuál sería la posición u oferta de Cemex para seguir invirtiendo en ese país?
–Nosotros hemos encontrado posibilidades de desarrollo y siempre ha sido la voluntad, tanto de los directivos como de los trabajadores en Venezuela, de contribuir a que este país hermano siga creciendo, y en ese sentido han transcurrido las negociaciones con el gobierno venezolano.
“Cemex ha demostrado su permanente compromiso con sus trabajadores y con el desarrollo del país, mediante numerosas acciones en favor de las comunidades venezolanas, reconociendo siempre la obligación de la empresa de velar por los intereses de sus inversionistas.
“Cemex, como empresa de origen mexicano, seguirá contribuyendo a la prosperidad de Venezuela y de América Latina.”