■ Por esa cantidad entregaban papeles apócrifos para el traslado sin problemas a Tamaulipas
Funcionarios del INM recibían $6 mil por cada indocumentado cubano que ayudaban
■ La semana pasada ejecutaron a líder de polleros que contactó a la mafia de Miami con Los Zetas
Entre 5 mil y 6 mil pesos recibían los funcionarios del Instituto Nacional de Migración (INM) por cada indocumentado cubano al que ayudaban para que llegara a Tamaulipas, y de ahí cruzar a Estados Unidos, reveló a las autoridades ministeriales uno de los funcionarios de ese organismo –dependiente de la Secretaría de Gobernación– que permanecen arraigados desde el pasado jueves a petición de la Procuraduría General de la República (PGR).
De acuerdo con fuentes cercanas a la indagatoria, en el expediente del juzgado séptimo de distrito en el que constan los fundamentos con los que se concedieron los arraigos, destaca que si bien el declarante negó tener vínculos con grupos del crimen organizado o con la mafia de Miami, admitió que en el INM es una constante el hecho de que isleños y centroamericanos paguen por obtener documentación migratoria apócrifa, la cual utilizan para permanecer varios días en el país hasta que pueden llegar a la frontera común con Estados Unidos.
Como lo reveló La Jornada en su edición de ayer, la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO) ha logrado fortalecer, mediante diversos testimonios y pruebas indiciarias, la hipótesis de que los 33 cubanos rescatados hace dos semanas por un grupo armado fueron apoyados por anticastristas que están presuntamente vinculados al cártel del Golfo.
La autoridad ministerial ya tomó declaraciones a los cubanos residentes en Miami Rubén Tito Verdesi y Leonel Ballesteros, quienes fueron detenidos de manera reciente junto con Nairobi Claro Ortega, Noriel Veloz, Yancris Lioro y Carlos Rodríguez García, estos últimos operadores del grupo de polleros.
Estos ciudadanos estadunidenses de origen cubano han ayudado a la SIEDO a confirmar los nexos del grupo de sicarios conocidos como Los Zetas –brazo armado del cártel del Golfo– con organizaciones anticastristas radicadas en Miami, como la Fundación Nacional Cubano-Americana (FNCA).
Además, el caso de los 33 cubanos que fueron arrebatados a funcionarios de Migración en Chiapas obligó a la PGR a solicitar el arraigo de Jorge Luis Tenorio Villegas, Alejandro Trueba Llera, Carlos de la Parra Vázquez, Heyder Cetina Lugo, Isaías Alvarado del Angel, César Velázquez Pulido, Gabriel González Flores, Juan Carlos Ortega Abascal y Nadia Poot Hernández, todos ellos empleados del INM.
También fueron arraigados Israel Castilleja Lara y Javier García Castillo, quienes fueron contratados como choferes para conducir el vehículo en que se trasladó a los isleños de Quintana Roo a Chiapas.
De acuerdo con las fuentes de la PGR, uno de estos nueve funcionarios del INM –a petición de los informantes se omite su nombre para proteger su identidad– admitió ante la SIEDO que recibía dinero a cambio de auxiliar a los indocumentados.
Según el testimonio del funcionario de Migración, una vez que el indocumentado pagaba la cuota de 5 o 6 mil pesos para conseguir la documentación migratoria apócrifa, era trasladado a diversas “casas especiales” o de “seguridad” –ubicadas en Quintana Roo, Chiapas, Tabasco y Veracruz– donde permanecía varios días en espera del momento oportuno para ser trasladado a la frontera. En esas casas se les entregaba a cada migrante la documentación falsa con la cual evitaban una posible detención en territorio mexicano.
Confirma nexos con Los Zetas
Las investigaciones de la SIEDO para dar con los responsables de la banda de traficantes de indocumentados cubanos que operan en México desde hace varios años han permitido a la autoridad establecer que fue un cubano-estadunidense identificado como Humberto Febles Santana, El Tico, quien logró establecer los vínculos con Los Zetas.
Este sujeto fue ejecutado la semana pasada en Cancún cuando salía de un bar. Presuntamente su muerte obedeció a una división interna entre miembros de la mafia cubana asentada en Miami.
De acuerdo con las fuentes consultadas, El Tico fue quien hace una década conformó una importante red de polleros que ha incrementado considerablemente el número de cubanos que llegan cada año a Estados Unidos y se acogen a una ley especial que les permite permanecer en ese país en calidad de refugiados.
Febles Santana logró un control total del tráfico de migrantes en el sur del país, en gran medida gracias a una alianza con Los Zetas, del cártel del Golfo. Ellos permitían a los migrantes llegar seguros desde el sur de México hasta Tamaulipas a cambio de que integrantes del grupo de polleros cubano-estadunidense recogieran en alta mar (en la zona de la península de Yucatán) los cargamentos de droga que eran lanzados por aviones utilizados por narcotraficantes.
Actualmente se libra una férrea lucha en Quintana Roo entre grupos de la mafia anticastrista que buscan tomar el lugar que dejó vacante El Tico, agregaron las fuentes consultadas.