■ Consideran al técnico holandés Guus Hiddink el Rey Midas
Rusia, en éxtasis tras el triunfo ante Holanda y el pase a semifinales
Moscú, 22 de junio. Toda Rusia vive hoy un estado de éxtasis por el pase de su selección a las semifinales de la Eurocopa. Desde Kaliningrado a Kamchatka, en el lejano oriente, hubo fuegos artificiales, conciertos con las bocinas de los coches y cánticos patrióticos por el “heroico triunfo” ante Holanda.
Los comentaristas elogian al equipo ruso por la “victoria histórica”. Tan solo en Moscú medio millón de personas se lanzaron a la calle para festejar hasta entrada la madrugada, según los datos de la policía. Bailaron encima de los coches y descorcharon botellas de champagne.
Las banderas rusas ondearon toda la noche y cubrieron inclusive los principales monumentos de la ciudad. “La alegría fue tan grande que la atmósfera fue amistosa, sin mayores disturbios”, dijo satisfecho el portavoz de la policía moscovita, Viktor Biriukov.
Las principales calles de las metrópolis de Moscú y San Petersburgo se convirtieron en zonas para peatones. Los conductores no tuvieron más remedio que salir de sus autos y celebrar con los hinchas. La televisión estatal mostró cómo a lo largo de todo el inmenso país se repetían las imágenes de júbilo.
En Basilea, Suiza, la policía detuvo a 30 personas tras los disturbios registrados en el centro de la ciudad el sábado por la noche, después de la victoria de Rusia ante Holanda.
Entre los detenidos hay seguidores tanto holandeses como rusos, así como suizos.
Hiddink hace oro lo que toca
Ahí, en Basilea, el técnico holandés Guus Hiddink se ha convertido en una especie de Rey Midas que hace oro todo lo que toca y lo ha demostrado una vez más al clasificar a Rusia a semifinales de la Eurocopa, tras su práctica desaparición de la escena internacional.