■ Con sus uniformes naranja y amarillo participan en las 68 obras de infraestructura

Ejército de más de 52 mil hombres toma las calles del Distrito Federal

■ La gente nos maldice cuando cerramos calles, pero se benefician de nuestro trabajo, afirman

Laura Gómez Flores

A lo largo de su vida han participado en la construcción de vialidades principales, puentes vehiculares, pasos a desnivel y hasta en la red del Metro. Han transformado la ciudad de México desde la década de los 60 y con mayor celeridad durante los primeros años del siglo XXI, pero su presencia es desapercibida por la mayoría de los habitantes, quienes sólo los observan en toda la ciudad abordo de camiones de volteo, grúas y maquinaria pesada “excavando las entrañas de la tierra”.

Se tratan de 52 mil 548 hombres que con uniformes color naranja y amarillo, y cascos metálicos han tomado las calles del Distrito Federal y “van para largo”, pero una vez que se concluyan las 68 obras previstas para este año y los siguientes su labor se traducirá en una disminución en los costos de viajes y los tiempos de traslado, que sumarán mil 150.1 millones de pesos, considerando que existen flujos crecientes del tránsito vehicular, de acuerdo con la Secretaría de Obras y Servicios.

Su titular, Jorge Arganis Díaz Leal, destaca que los avances logrados en la materia han posicionado a la zona metropolitana del valle de México como una ciudad beta en el mapa de las entidades globales, por su infraestructura convencional, pero altamente especializada; su ambiente atractivo para potenciales inversionistas; regulaciones y mercados de oportunidad; y una alta conectividad, mientras el resto del país enfrenta importantes rezagos en materia de infraestructura y equipamiento social.

La meta de esta administración es reivindicar los grandes proyectos urbanos, pero no únicamente sobre la base del discurso de la competitividad, sino como propuesta global de restructuración de la ciudad, que plantea objetivos de integración social, de requilibrio territorial, de cualificación de los recursos humanos y de empleo, y de productividad, para elevar la calidad de vida de las personas. “Y estamos en esa camino, aunque varias de las veces trae críticas, molestias y afectaciones”.

Por ello, con el amanecer de los días, 2 mil 180 hombres deambulan por el Eje Troncal Metropolitano, ya sea en los distribuidores viales de Muyuguarda o calzada de La Virgen, la gaza en el puente vehicular de avenida del Taller o los nueve puentes peatonales, con taladros, excavadoras, asfaltadoras, desviando el tráfico para montar las piezas de concreto que requieren para iniciar su operación, o trayendo el material para crear una vialidad rápida de 35 kilómetros de Ciudad Azteca a Xochimilco.

Mientras la imagen se repite en el Sistema Vial Poniente, donde se llevan a cabo o están en proceso de preparación los pasos vehiculares inferiores de Constituyentes hacia Acueducto, Eje 5 Poniente, Observatorio, Colegio de Arquitectos y la segunda sección de Chapultepec; o el puente vehicular carretera México-Toluca-Echánove y la ampliación de la avenida De los Tanques, a cargo de 2 mil 262 trabajadores de manera directa e indirecta.

En tanto, un total de 4 mil 308 hombres de “acero”, como algunos de ellos se denominan porque “soportan lo mismo el frío amanecer, que el solazo o las fuertes lluvias de la tarde y noche sin “deshacerse”, se concentran también en los trabajos de lo que será el “Circuito del Bicentenario, que incluye la rehabilitación y modernización de sus más de 42 kilómetros y la construcción este año de cinco puentes vehiculares. El primero ya arrancó en Río Churubusco.

Las obras, sin embargo, que concentran el mayor número de trabajadores en acción son las del transporte, con 8 mil 803 empleados, que se encargarán de la construcción de la línea 12 del Metro, del Metrobús de Eje 4 Sur (Tacubaya-Tepalcates) y del Eje 3 Oriente (Los Remedios-Glorieta Vaqueritos), la modernización del Centro de Transferencia Modal de Pantitlán, y la reubicación de la estación Xochimilco del Tren Ligero; mientras en el Centro Histórico suman 2 mil 466 lo mismo en Circunvalación, que en el Carmen, Mesones, Regina, Jesús María, Alhóndiga, República de El Salvador y Uruguay.

“Somos parte de esta gran transformación de la ciudad, pero nadie lo reconoce. Al contrario, nos maldicen porque les cerramos las vías que a diario transitan por la construcción de un puente, un desnivel o el rencarpetamiento de toda la vía. Pero cuando se estrenan, la disfrutan y se dan cuenta de los beneficios que les trae: reducción en el tiempo de traslado y gasto de gasolina, así como una mejor calidad de vida.

“Sin embargo, ni aún así, se acuerdan de los miles de hombres de la construcción que participaron en ella y se volvieron parte del paisaje urbano por un largo tiempo”, comentan algunos de ellos que con botes al hombro, abren el subsuelo, excavan o edifican para continuar su jornada laboral en el sur, en el norte, oriente, en el poniente o en el mismo corazón de la ciudad.