■ ONG: restaura el Faro Viejo de Cabo Falso, con anuencia del INAH
Busca empresario quedarse con edificio histórico de BCS
■ Cercó el terreno donde están las últimas dunas naturales del estado
■ El inmueble se utilizaría para construir un restaurante, dice activista
Ampliar la imagen Vista del Faro Viejo de Cabo Falso, en Cabo San Lucas, Baja California Sur Foto: Agustín Parada
La Paz, BCS, 22 de junio. El empresario hotelero Ernesto Coppel Kelly, propietario del complejo turístico Pueblo Bonito, pretende apropiarse indebidamente del Faro Viejo de Cabo Falso, único inmueble de más de 100 años de antigüedad en Cabo San Lucas, denunciaron las organizaciones no gubernamentales Yenekamú y Comité Prodefensa de Monumentos y Sitios Históricos de Cabo San Lucas.
Aseguraron que Coppel Kelly, presidente de la Asociación Mexicana de Desarrolladores Turísticos, compró al ejido Cabo San Lucas los terrenos que rodean el edificio histórico, que se ubica en el extremo de la península de Baja California, y desde hace tres años, con la “complicidad” del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), cerró el acceso al inmueble para restaurarlo, con lo que impide el paso a la zona federal marítimo-terrestre, donde están las únicas dunas que quedan en ese destino turístico, una zona de anidación de tortugas laúd y vestigios arqueológicos de los pericúes, antiguos pobladores de Los Cabos.
El secretario y coordinador de proyectos de Yenekamú, Rubén Rosendo Otero Valenzuela, explicó que el Faro Viejo, construido por el arquitecto español Joaquín Palacios Gómez, fue inaugurado el 5 de mayo de 1905 para orientar a las embarcaciones y al mismo tiempo dar soberanía a México sobre este territorio.
Expuso que, ante el deterioro del edificio, en 1994 surgió la Asociación Yenekamú para promover su restauración, la cual fue avalada por el INAH, que otorgó a la ONG facultades de protección. En tanto, la Secretaría de Desarrollo Social facilitó 470 mil pesos para las reparaciones.
El ejido Cabo San Lucas, propietario de los terrenos donde se encuentra el inmueble, cedió un terreno de 50 metros por 70 en las inmediaciones del faro.
No obstante, dijo, en 2005 Yenekamú, dedicada entonces a otro proyecto museográfico, se enteró del cierre del acceso al Faro Viejo y a la playa a raíz de que el empresario Ernesto Coppel adquirió los terrenos que rodean el edificio y empezó otro proyecto de restauración sin autorización del INAH, cuyos representantes en Baja California Sur comenzaron a deslindarse de responsabilidad sobre el faro, con el argumento de que no es un monumento histórico, a pesar de que está incluido en el catálogo del instituto.
Agregó que ninguna autoridad de los tres niveles se ha preocupado por defender el Faro Viejo ni el derecho de vía a la zona federal marítimo-terrestre. Advirtió que el dueño de Pueblo Bonito podría usar el faro para construir un restaurante de lujo.
La presidenta del Comité Pro Defensa de Monumentos y Sitios Históricos de Cabo San Lucas, Virginia Güereña Mills, informó que este año, con el aval de Yenekamú, su organización inició actividades para el rescate del Faro Viejo, y ha recolectado más de 2 mil firmas para exigir la liberación del acceso al inmueble y a la playa, así como gestionar la declaratoria de la zona como área natural protegida.
Añadió que, “paradójicamente”, el grupo hotelero Pueblo Bonito, uno de los más importantes de Cabo San Lucas, está por recibir la certificación Green Globe, que se otorga a empresas turísticas que no dañan el ambiente ni la cultura de los lugares donde operan, cuando en Cabo San Lucas “hace todo lo contrario, al despojar al pueblo del único monumento histórico que tiene e impedir a lugareños y turistas que no son sus huéspedes disfrutar de la belleza de la región”.
Señaló que el Faro Viejo está rodeado por un cerco y en el acceso al edificio y a la zona federal marítimo-terrestre hay una garita con guardias.