■ Demanda mayor ayuda oficial para migrantes mexicanos en EU
Critica el clero las “bizantinas” discusiones sobre el petróleo
■ Condena que se escatime apoyo estadunidense en lucha contra el narco
La arquidiócesis de México criticó al gobierno y a la clase política nacional por estar enfrascados en estériles e interminables discusiones “bizantinas” sobre el petróleo, y no hacer nada en defensa de los migrantes, que padecen terribles violaciones a sus derechos humanos en Estados Unidos.
Además, señala que la construcción del muro fronterizo es una “absurda decisión” del gobierno de Estados Unidos y constituye un “signo ofensivo y humillante” para México ante el cual el gobierno nacional sólo ha reaccionado tímidamente y con “torpes medidas diplomáticas” que han dejado en el más absoluto abandono a millones de mexicanos.
En el editorial de su semanario Desde la Fe, la arquidiócesis se lanza también contra la clase política estadunidense, que tampoco ha comprendido la importancia de la apertura y disponibilidad hacia México, ni siquiera en la lucha contra el narcotráfico que, por propio beneficio, debería apoyar sin mayores condiciones.
Prueba de ello, agregó, son las “míseras migajas” de presupuesto que pretende destinar por medio del llamado plan Mérida como ayuda al gobierno mexicano, pero imponiendo “insensibles e insolentes” condiciones que a todas luces son inaceptables, mientras “despilfarra” millones de dólares en la injustificable guerra contra Irak, que sólo ha producido la muerte y la destrucción bárbara de todo un país al que invadió inmoral e impunemente.
El editorial se refiere a las “medidas inhumanas” del Departamento de Seguridad Interior de Estados Unidos, las cuales literalmente consisten en “cazar” indocumentados para encarcelarlos y posteriormente expulsarlos a su país de origen.
En algunas zonas fronterizas de ese país los indocumentados están siendo procesados judicialmente como si se tratara de delincuentes, sentenciándolos a penas que van de los cinco meses a un año de prisión, con una ley que criminaliza la migración indocumentada.
Mientras eso ocurre, dice la arquidiócesis, aquí la clase política está más ocupada en sus estériles e interminables discusiones bizantinas sobre el petróleo que en defender los derechos de los migrantes. “¿Es más importante el petróleo que nuestros connacionales, quienes, por cierto, generosamente proporcionan el segundo ingreso al país después de los hidrocarburos?”, se pregunta.
Exige respeto a derechos
Destaca el trabajo que la Iglesia católica, tanto de México como de Estados Unidos –representada por sus obispos, quienes se reunieron la semana pasada en Tijuana para analizar esta trágica situación–, que no sólo está profundamente preocupada por esta problemática, sino que está tomando cartas en el asunto desarrollando programas concretos de ayuda y exigiendo que los gobiernos asuman sus responsabilidades, así como el respeto a la dignidad de la persona humana y de sus derechos fundamentales.