■ Es una burla, se congelan los precios de comestibles que producen diabetes, afirman
Arremeten organizaciones campesinas contra el plan alimentario de Calderón
El plan alimentario que anunció el presidente Felipe Calderón es una burla, ya que las mercancías cuyos precios “se congelarán producen diabetes e hipertensión; lo que el pueblo requiere es que se reduzcan los precios de alimentos básicos como huevo, leche y pollo”, sostuvo el dirigente de la Confederación Nacional Campesina (CNC), Cruz López Aguilar.
Advirtió que las acciones emprendidas por el gobierno federal para atajar la crisis alimentaria en el país “van a fracasar porque no se está tomando en cuenta a los campesinos”.
De su lado, la dirigente de la Confederación Nacional de Propietarios Rurales (CNPR), María Esther Teherán Velásquez, comentó que “no se puede seguir de apaga fuegos, hay que actuar o de lo contrario se profundizará la crisis cuya magnitud no ha sido percibida por la mayoría de los servidores públicos”.
Se desmanteló el andamiaje construido en décadas para buscar la autosuficiencia y la soberanía alimentaria, pero ese principio se hizo a un lado y se ignoró a los agricultores mexicanos, a quienes con la apertura comercial se les dejó prácticamente en el abandono, ya que no se les dio el acompañamiento tecnológico, de investigación, información y de comercialización para no sólo competir con agricultores extranjeros fuertemente subsidiados por sus gobiernos sino para producir los alimentos que demanda la población mexicana, dijo en entrevista.
“Es incongruente e ilógico que se utilicen los ingresos generados por la venta de petróleo para la compra de alimentos en lugar de respaldar a los campesinos, desde los más grandes hasta los más pequeños. Entiendo que ahora se haga esto ante el fantasma del hambre, pero la solución a la crisis es respaldar la producción agropecuaria con un programa de planeación real que considere las opiniones y sugerencias de los agricultores”, acotó.
No es importando alimentos, “congelando precios de productos que no son de primera necesidad e ignorando la problemática agropecuaria como se solucionará esta crisis que, de entrada, requiere 4 mil millones de pesos adicionales” para ser enfrentada, dijo en breve entrevista el dirigente de la CNC.
“No se puede jugar con el hambre del pueblo. La única solución a la crisis alimentaria es volver los ojos a los productores nacionales, no apostar al exterior. Debemos, como lo hemos venido diciendo desde 2002 –previa a la firma del Acuerdo Nacional para el Campo– luchar por la soberanía y la seguridad alimentarias, no depender del extranjero, porque la peor guerra en los momentos actuales no es la nuclear ni la energética sino la que se refiere a los alimentos”, apuntó López Aguilar.
Recordó que en el encuentro que sostuvo el pasado 17 de junio con Felipe Calderón, quien estuvo acompañado por el secretario de Agricultura, Alberto Cárdenas Jiménez, expuso la situación crítica del campo y las propuestas de la CNC para afrontar la crisis alimentaria. “Lo grave es que el titular de Sagarpa te escucha pero no entiende, porque no sabe de los temas del campo, y Calderón Hinojosa, te oye pero no se compromete”.
López Aguilar consideró “una burla dar 120 pesos mensuales a las familias más pobres del país, ya que esto significa dar apenas 80 centavos a cada integrante del núcleo familiar. ¿Qué se puede comprar con eso?, prácticamente nada, ya que los precios de los alimentos, esos sí de mayor consumo popular, como huevo, leche y pollo, se han incrementado entre 50 y 100 por ciento en los meses recientes”.
La CNC, destacó, está inconforme con el plan de Calderón Hinojosa porque para enfrentar el hambre recurre a las importaciones de alimentos, cuando ningún país quiere vender granos, hecho que se agrava si se toma en cuenta que “de dos tacos que se echa al estómago un mexicano, uno proviene del exterior”; por eso “nuestra insistencia de respaldar a los campesinos para que produzcan los alimentos que requiere la población, porque las acciones emprendidas por el jefe del Ejecutivo no van a funcionar, menos cuando se ha convertido en cómplice de intermediarios y encarecedores de los alimentos, pues al congelar el valor de ciertos productos procesados prueba de que está en favor de esos empresarios”.