■ Trabajadores del nosocomio infantil decidirán sobre reubicación
“Disminuiría el servicio en el siquiátrico” si cambia de sede
■ La Ssa desconoce la incidencia de riesgos mentales en menores, afirman
Ampliar la imagen El viernes padaso, padres de pacientes del hospital Juan N. Navarro se manifestaron contra el cambio de instalaciones Foto: Víctor Camacho
La asamblea de trabajadores del Hospital Siquiátrico Infantil Juan N. Navarro rechazó la propuesta del gobierno de reubicar dicho nosocomio en antiguas oficinas de la Secretaría de Educación Pública (SEP) porque “no cuentan con las características necesarias e indispensables para operar como hospital, y la atención se vería disminuida hasta en 70 por ciento”.
En sesión ordinaria, los trabajadores respondieron a las declaraciones realizadas a este diario (14/6/08) por el titular de la Secretaría de Salud (Ssa), José Angel Córdova Villalobos, cuando afirmó que el edificio se está “cayendo”. “Si es así, se debe a que lamentablemente, durante más de 40 años la Ssa lo ha dejado caer”, pero su estructura no implica un riesgo para los usuarios, dijeron.
Desde hace dos años se ha dicho que esta unidad de salud podría ser trasladada, y en su lugar se construiría una nueva torre de hospitalización del Instituto Nacional de Cardiología, por lo que la asamblea acordó realizar mañana lunes una votación entre el personal para decidir si se acepta la reubicación.
En un comunicado, los trabajadores afirmaron que ni Córdova Villalobos ni el coordinador de los institutos, Julio Sotelo Morales, han visitado el siquiátrico, “como para darlo por desahuciado”.
“Si bien el hospital atraviesa un momento difícil en cuanto a su operatividad y estructura, no representa un riesgo para los usuarios que implique que se llegara a colapsar de un empujón, y hasta ahora atiende diariamente a gran número de niños y adolescentes que padecen intentos suicidas, déficit de atención, autismo, anorexia, adicciones y trastorno bipolar, entre otros males.
“Por ello, nos hemos dado a la tarea de crear un proyecto hospitalario nuevo y de vanguardia en el predio que ahora ocupamos”, afirmaron los empleados.
Desecharon el planteamiento de las autoridades gubernamentales de ubicarlo en antiguas oficinas de la SEP, a modo de “instalaciones provisionales”, porque “son edificios de más de una planta y algunos más antiguos que los más nuevos de este hospital. Brindar una atención en tales circunstancias significaría lesionar la protección de los infantes y el respeto de sus derechos, ya que las construcciones carecen de las característas necesarias, y la atención se disminuiría hasta en 70 por ciento”.
Sobre las afirmaciones del titular de la Ssa, de que este año la dependencia “no tiene previstos recursos económicos” para construir un nuevo nosocomio, como demandaron los trabajadores, respondieron que desde hace años el gobierno no considera otorgar recursos para la salud mental infantil.
Recordaron que para la Organización Mundial de la Salud este rubro de sanidad debería recibir 10 por ciento del PIB, cuando en México no se invierte “ni uno por ciento.
“Todos los hospitales e institutos de la zona han ampliado, remodelado e incrementado su infraestructura y equipo, excepto el siquiátrico, lo cual indica que los trámites de presupuesto y las políticas de salud han excluido la gestión legislativa necesaria para favorecer la salud mental de la niñez”, comentaron.
Asimismo, afirman que Córdova Villalobos desconoce que los niños y adolescentes representan la mayor demanda en salud mental, por lo que el hecho de que la Ssa tenga que “optimizar los recursos” de acuerdo con “la demanda de servicios” no se ajusta al caso del siquiátrico infantil.
Los trabajadores afirmaron que para que el hospital sea “más eficiente en organización y más digno”, como indicó el secretario, es indispensable la asignación de recursos para lograr primero la certificación, su transformación en centro nacional y, posteriormente, en instituto de salud.