■ Carteles en casas de pobladores de Lhasa, la capital, conminan a no causar problemas
Extremas medidas de seguridad en el Tíbet para recibir la antorcha olímpica
■ La carrera de relevos pasará este sábado, a 3 mil 650 metros sobre el nivel del mar
Ampliar la imagen Soldados y policías chinos mantienen puestos de vigilancia cada 200 metros en Lhasa Foto: Reuters
Lhasa, 20 de junio. La capital del Tíbet, Lhasa, se encontraba este viernes bajo amplias medidas de seguridad mientras se preparaba para recibir a la antorcha olímpica, en una exhibición coordinada del dominio de China sobre la inestable región.
Un grupo de periodistas extranjeros llegó a Lhasa para observar la carrera de relevos, mientras la policía mantenía puestos de guardia cada 200 metros. También pudieron verse camiones llenos de soldados y policías antimotines.
Eslóganes en carteleras y paredes de los pobladores también recibieron la llama e instaron a los residentes locales a no causar problemas en la carrera de relevos que pasará el sábado por Lhasa, a 3.650 metros sobre el nivel del mar, ante multitudes estrictamente controladas.
“Protejan el orden social y la estabilidad”, se leía en un cartel. “Saluden armoniosamente a los Juegos Olímpicos”, conminaba otro.
El antiguo centro de la civilización budista tibetana será el foco de atención a poco más de tres meses de varias protestas contra el gobierno chino, que derivaron en disturbios y represión, lo que despertó el repudio de organizaciones de derechos humanos y manifestaciones de rechazo en diversos puntos del planeta.
China culpó a los seguidores del Dalai Lama, el exiliado líder budista reverenciado por una parte de los tibetanos, por instigar los disturbios para alterar la justa asiática.
El Dalai lo ha negado y sostiene que apoya los juegos, pero muchos tibetanos exiliados se oponen a la competencia veraniega, especialmente a la carrera de relevos de la antorcha por el Tíbet.