Usted está aquí: viernes 20 de junio de 2008 Sociedad y Justicia Critica obispo egoísmo en la Iglesia católica

■ Hay templos sin techo, dice Rafael Sandoval

Critica obispo egoísmo en la Iglesia católica

José Antonio Román

En una autocrítica, el obispo de la diócesis de la Tarahumara, Chihuahua, Rafael Sandoval Sandoval, señaló la desigualdad y egoísmo que también existe al interior de la Iglesia católica, pues hay diócesis con abundantes vocaciones sacerdotales, pero no las comparten con otras más necesitadas. Inclusive, dijo que “hay templos lujosos –lo cual no está mal– mientras otras iglesias locales no tienen ni techo para cubrirse de las inclemencias”.

En su carta pastoral “Necesidad de pan espiritual y pan material”, el prelado de una de las diócesis más pobres del país se refirió a la difícil situación del campo, que prácticamente ha sido abandonado y no hay suficientes fuentes de trabajo que impidan el que muchos indígenas y campesinos, de ésta y otras regiones del país, se dediquen al narcotráfico.

Tampoco, dijo, hay una política educativa que fomente el retorno de los estudiantes a sus lugares de origen para que contribuyan al desarrollo de su comunidad y región. “Las instituciones habrían de hacer un examen serio de conciencia”, dijo el prelado, refiriéndose también, entre otros, a los empresarios.

El obispo Sandoval criticó a aquellas personas e instituciones que se preocupan sólo por una de las necesidades del hombre, ya sea espiritual o material. Así, dijo, hay agentes de pastoral que preocupados por la falta de alimentos, salud y trabajo se dedican arduamente a satisfacer esas necesidades, olvidando la palabra del Evangelio; mientras que por el otro, hay quienes se dedican a la palabra de Dios pero no ven suficientemente la dimensión social de la fe.

Señaló que Jesús no fue indiferente al hambre de los hombres, a sus necesidades materiales, pero los sitúa en el contexto adecuado y les concede la prioridad debida. El milagro de la multiplicación de los panes, no está tanto en la multiplicación, sino en el compartir. El problema alimentario es importante, la libertad es más, pero el Evangelio es lo más urgente, dijo el prelado, quien remarcó que ésta es la jerarquía de valores.

 
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