■ En Venezuela no hacen falta las inversiones de esas naciones, advierte el mandatario
Chávez dejará de vender petróleo a países de Europa que expulsen a indocumentados
■ Recuerda que AL recibió “legiones” de europeos y ninguno fue maltratado o devuelto
Caracas, 19 de junio. El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, advirtió hoy que dejará de enviar petróleo a los países europeos que decidan aplicar la ley sobre expulsión de indocumentados aprobada el miércoles por el Europarlamento, y dijo que las naciones latinoamericanas también podrían decidir “el retorno de las inversiones europeas”.
“Al menos nuestro petróleo no debe llegar a esos países europeos” que apliquen la llamada Directiva Retorno, aseguró el mandatario en rueda de prensa junto con el presidente electo de Paraguay, Fernando Lugo. Añadió que en Venezuela no hacen falta las inversiones europeas, que van a ser revisadas, y que también podría aplicarse una directiva para el retorno de sus inversiones.
“Aquí no vamos a meter a nadie en la cárcel, pero el retorno de inversiones, eso sí estamos dispuestos a hacerlo ya, ahora mismo. Esa ley no se puede aceptar”, aseguró al condenar la iniciativa que permite la detención hasta por 18 meses sin proceso jurídico a los migrantes indocumentados antes de expulsarlos y amplía a cinco años la prohibición para volver a Europa.
Chávez lamentó que en la cumbre entre la UE, América Latina y el Caribe, realizada en Lima, en mayo, los europeos “prometieron la unión y la integración” para luego promulgar esta directiva.
Recordó que en el siglo pasado, cuando América Latina recibió a “legiones” de europeos, “ninguno de ellos fue maltratado ni devuelto a Europa.
“Todos ellos se quedaron aquí con nosotros, porque este continente es habitado por la esperanza de un mundo nuevo y aquí han hecho comunidades, son parte de nosotros mismos”, subrayó.
Sostuvo, no obstante, que quedó enterrado el incidente con el rey de España, que lo mandó callar en la pasada cumbre Iberoamericana de noviembre pasado.
Su par boliviano, Evo Morales, anunció que emprenderá una campaña internacional que unifique a los países latinoamericanos con los africanos para buscar revertir la legislación europea; pidió a los europarlamentarios y presidentes europeos que “no sean racistas” y se congratuló de que al repudio a la medida se hayan sumado sus homólogos de Brasil, Ecuador y Venezuela.
El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, se opuso también a la medida europea que calificó de ley “represiva” contra indocumentados, que, dijo, trata como delincuentes a los indocumentados.
Los gobiernos de España y Francia defendieron, por separado, el “pacto europeo para la inmigración”, mientras organizaciones no gubernamentales fran- cesas condenaron la iniciativa, que consideraron “vergonzosa e inadmisible”.