■ “Totalmente absurda”, la versión del ex presidente, afirma Hilda Molina en La Habana
“Chantaje imperialista” impidió que Cuba dejara salir a neurocirujana, dice Fidel Castro
Ampliar la imagen Los presidentes de Cuba, Raúl Castro, y de Uruguay, Tabaré Vázquez, ayer durante una ceremonia de bienvenida en el Palacio de la Revolución en La Habana. El mandatario visitante se convirtió el miércoles en el primer gobernante uruguayo que visita Cuba desde el triunfo de la revolución de 1959, que encabezó Fidel Castro Foto: Ap
La Habana, 18 de junio. El caso de la neurocirujana Hilda Molina, materia de polémica entre Cuba y Argentina, fue explicado por primera vez en público por Fidel Castro, quien dijo que el gobierno ha impedido a la mujer salir del país hace 14 años como respuesta a un “chantaje imperialista”.
Tras una carrera científica que la encumbró y la llevó a fundar y dirigir el Centro Internacional de Restauración Neurológica (Ciren), Molina rompió en 1994 con el gobierno. Desde entonces no ha recibido el permiso oficial (requisito para que los cubanos salgan del país) para visitar en Buenos Aires a su hijo Roberto Quiñones, a su nuera argentina y a sus dos nietos.
El ex mandatario dió su versión en el prólogo a la edición cubana del libro Fidel, Bolivia y algo más... que apareció esta semana.
Según Castro, tras el derrumbe de la Unión Soviética Molina quiso “convertirse en propietaria” del Ciren, a semejanza de algunos hechos ocurridos en ese país, por lo cual fue destituida. Dijo que la científica alegó haberse opuesto al empleo de células madre de origen humano en las investigaciones y agregó que Quiñones, quien trabajaba en el Ciren, violó “normas éticas que prohíben el desarrollo de relaciones sexuales con pacientes o acompañantes”.
“¡Excelente material para el chantaje imperialista contra Cuba!”, añadió Castro. “Se le niega a ella la solicitud de viajar al exterior. No debe cederse ante el chantaje: fue la decisión”.
Molina dijo este miércoles a La Jornada que es “totalmente absurda” la versión de Castro; que las autoridades migratorias nunca le dieron esa explicación en 14 años; rechazó haber invocado alguna vez el tema de las células madre; precisó que su hijo se casó legalmente en La Habana, sin obstáculos; descartó que haya “chantaje” en el caso, pues “no he amenazado con nada”, y negó que hubiera sido despedida, pues ella entregó una renuncia.
“Me fui desencantada. Después de discutirlo muchísimo tiempo, no entendía por qué había una diferencia en el sistema de salud que se brindaba a los cubanos y a los extranjeros”, dijo.
“Me llama la atención que una persona tan importante arremeta de forma tan agresiva contra una mujer de 65 años, aislada, sola en Cuba y enferma, y contra una familia que lo único que quiere es reunificarse”, señaló la científica.
El caso de Molina fue materia de discusión entre La Habana y Buenos Aires durante el gobierno de Néstor Kirchner (2003-2007), que lo acogió como respaldo humanitario a una familia argentina.
Cuando Castro hizo su último viaje internacional, en julio de 2006, el presidente Kirchner lo esperaba en Buenos Aires con una carta sobre el asunto.
Tras enviar una carta al presidente Raúl Castro, la madre de Molina, Hilda Morejón, de 89 años de edad, recibió el mes pasado el permiso de viaje y ya se encuentra en Argentina.
En el prólogo de su libro, Fidel Castro también reaccionó a declaraciones de Yoani Sánchez, la joven y crítica bloguera que obtuvo este año el Premio Ortega y Gasset de periodismo digital del diario español El País, quien no pudo recibir en Madrid porque tampoco obtuvo permiso de viaje.
Castro recordó que Sánchez pidió ese permiso “para recibir uno de los tantos premios que propicia el imperialismo para mover las aguas de su molino”.
En una entrevista que Castro reprodujo en parte, Yoani explicó cómo trabaja, dijo que no se considera opositora y que nunca quiso ingresar al Partido Comunista.
Castro deploró que jóvenes cubanos piensen como Sánchez, así como que haya periodistas extranjeros “para realizar labor de zapa” (por la entrevista) “y prensa neocolonial de la antigua metrópoli española que los premie”.
En otro asunto, el opositor Elizardo Sánchez Santacruz dijo este miércoles que el gobierno de Raúl Castro le negó el permiso de viaje para asistir en México, esta semana, a una reunión regional de la Federación Internacional de Derechos del Hombre.