■ Muchos insumos ya han sido retiquetados: líderes sindicales
Es insuficiente y tardío congelar precios de alimentos: legisladores
■ Organizaciones campesinas alertan contra posible acaparamiento
Legisladores, dirigentes sindicales y campesinos consideraron que el control de precios de algunos alimentos anunciado por el presidente Felipe Calderón, aunque tiene un buen propósito es insuficiente, pero sobre todo es tardío, pues la mayoría de los insumos ya han sido retiquetados en diversas ocasiones desde que comenzaron las alzas, por tanto, lo que se hará será mantenerlos en el actual precio elevado; incluso algunos opinaron que la medida tiene más “tintes electoreros” que intenciones de apoyar la economía familiar.
Senadores del PRI y del PRD lo consideraron tardío y llamaron al titular del Ejecutivo a realizar un esfuerzo extraordinario para incrementar la producción de maíz, frijol, arroz y otros artículos de primera necesidad.
El coordinador de los senadores del tricolor, Manlio Fabio Beltrones, dijo que el gobierno está obligado a reflexionar que no es suficiente con buscar cómo controlar los precios de la canasta básica, sino “pensar y rápidamente en cómo utilizar los excedentes petroleros para impulsar con ellos el crecimiento del país”.
El coordinador de los senadores perredistas, Carlos Navarrete, señaló por su parte que ojalá las cúpulas empresariales realmente se sumen a esa especie de congelamiento de algunos alimentos, aunque la solución a la crisis está en respaldar a los productores para que incrementen la cosecha de granos, café y otros básicos.
A su vez, el también perredista Graco Ramírez consideró que se trata de una medida “populista de alguien como Calderón, con miras electorales para 2009”.
Asimismo, diputados del sol azteca y del Partido del Trabajo dijeron que lo anunciado es insuficiente, pues sólo beneficiará a las empresas trasnacionales que controlan las tiendas de autoservicio, y no a los consumidores ni a los productores mexicanos.
El diputado perredista Alejandro Sánchez Camacho dijo que el Presidente, en un acto de desesperación, firma acuerdos de buena fe con grupos empresariales con objeto de evitar un desplome electoral del PAN en 2009. El legislador y su compañero de bancada Humberto Zazueta denunciaron que desde ayer las tiendas Wal-Mart comenzaron una acelerada retiquetación de todos sus artículos para anticiparse a la medida.
Por su parte, el diputado petista Silvano Garay lamentó que el Ejecutivo no tome medidas enérgicas para detener la escalada de precios, debido a que, afirmó, “no puede ir en contra de los intereses de las grandes empresas que lo apoyaron en su campaña presidencial”.
Para la Unión Nacional de Trabajadores (UNT), la medida “se tomó demasiado tarde”, puesto que muchos de los productos ya han sido “retiquetados en más de una ocasión”, e insistió en su demanda de recuperación salarial.
Francisco Hernández Juárez, uno de los presidentes colegiados de dicha organización, señaló que este acuerdo “va en la dirección correcta”, y apuntó que el anuncio los tomó por sorpresa, puesto que en diversas ocasiones la UNT, junto con organizaciones campesinas y sociales, expusieron al gobierno la necesidad de congelar precios, pero la respuesta siempre fue que esa no era un táctica posible.
Aparte, el vocero de la Confederación de Trabajadores de México (CTM), el diputado Patricio Flores, señaló que esta central obrera considera oportuna la decisión de congelar los precios de productos básicos; sin embargo, llamó a que el gobierno federal lleve a cabo un control especial y un seguimiento riguroso al respecto, porque se pueden dar casos en los que las empresas no abastezcan aquellos alimentos que tengan precio fijo o bien que los oculten, con lo que podría darse acaparamiento.
A su vez, dirigentes del Congreso Agrario Permanente (CAP), Central Independiente de Obreros Agrícolas y Campesinos (CIOAC), Central Campesina Cardenista (CCC), Alianza Nacional de Productores Agropecuarios y Pesqueros-Barzón y de la Asociación Nacional de Empresas Comercializadoras de Productores del Campo calificaron la propuesta como “relativamente positiva”, pero destacaron que eso no resuelve la crisis alimentaria, ni responde a la discusión en torno a la producción, el control de las importaciones y de los precios de los productos de la canasta básica, que sirven como parámetro para establecer el salario mínimo.
Alfonso Ramírez Cuéllar, de la ANPAP-Barzón, y Víctor Suárez Carrera, de la ANEC, apuntaron por separado que la determinación es demagógica, porque “en el fondo no hay un control sino legitima los precios elevados con el anuncio de que se quedarán hasta fin de año en el nivel al que llegaron ayer”.
José Luis González Aguilera, coordinador en turno del CAP, dijo que “la medida es buena porque beneficia a los consumidores, pero nosotros no hemos pugnado porque se congelen los precios, sino por su regulación”.
Federico Ovalle Vaquera, dirigente de la CIOAC, recordó que desde la firma del Acuerdo Nacional para el Campo, en 2003, la propuesta campesina fue controlar los precios de 34 productos de la canasta básica.