■ Sin mostrar buen futbol, con el 1-0 Alemania avanza a cuartos de final

Un gran disparo de Ballack bastó para vencer a Austria

■ En el primer tiempo sobresalió la expulsión de los técnicos Hickersberger y Löw

■ Ningún anfitrión de la Eurocopa sigue en la lid

■ Los germanos se enfrentarán a Portugal

Dpa

Viena, 16 de junio. No hubo “milagro en Viena”: un disparo espectacular de Michael Ballack bastó a Alemania para derrotar 1-0 a la limitada anfitriona Austria y ubicarse en cuartos de final; sin embargo, la mannschaft deberá mejorar mucho para tener aspiraciones ante el Portugal de Cristiano Ronaldo.

Muy poco demostró Alemania en el estadio Ernst Happel ante un rival con muchas carencias. Pero el tiro libre que el jugador del Chelsea ejecutó con precisión y potencia, a los 49 minutos, ahuyentó los fantasmas de un nuevo milagro austriaco semejante a aquel 3-2 de Córdoba, que dejó a los alemanes fuera de la final en el Mundial de 1978.

Viena fue escenario de un partido deslucido, tanto que en el primer tiempo lo más interesante fue un choque verbal entre los entrenadores que terminó con Josef Hickersberger y Joachim Löw expulsados por el árbitro español Manuel Mejuto.

En realidad, Alemania pudo definir muy pronto. A los cuatro minutos, Miroslav Klose entró al área como si fuera el patio de su casa y sirvió el balón a Mario Gómez, pero el delantero del Stuttgart falló en forma increíble.

El equipo de Hickersberger, pese a sus limitaciones, puso mucho corazón para nivelar el partido en medio campo y llevar la pelota a inmediaciones del arco alemán, aunque después no supo qué hacer con ella.

Corrían 40 minutos de juego y el anfitrión Hickersberger y Löw se trenzaron en una discusión, acompañada de ademanes, a consecuencia de una falta sufrida por el defensor alemán Mertesacker en su propia área.

Ambos son conocidos por su habitual calma y nunca antes en su carrera habían sido expulsados. El cuarto juez intentó apaciguarlos, pero Mejuto advirtió la situación y los expulsó.

Hickersberger lo hizo de inmediato, en cambio Löw, muy alterado, demoró en retirarse y siguió al árbitro con una mirada desafiante. Incluso volvió sobre sus pasos para buscar el saco que había dejado colgado. Löw podría ser suspendido este martes por la Unión Europea de las Asociaciones de Futbol.

Entonces sí, abucheado por el público local, se encaminó hacia el palco, donde antes de sentarse fue saludado por la canciller Angela Merkel. Menos de media hora después saltó de su asiento y se fundió en un abrazo con su vecino, el ex tenista Boris Becker, para festejar el gol de Ballack.

La jugada nació después que el lateral Philipp Lahm realizó un avance en diagonal y fue fauleado a 30 metros del área por Andreas Ivanschitz. Ballack cobró y ahí sacó su frustración con un remate de otro contexto: un espectacular derechazo que se coló en el ángulo izquierdo de la meta.

Löw comentó: “estoy contento con la victoria. De todas formas, para cuartos de final, sin duda debemos mejorar”.