■ Amenazan con retomarla si no reciben soluciones viables a sus demandas económicas
Transportistas de España deciden suspender la huelga “temporalmente”
■ Acusan al gobierno de cerrar en falso la crisis; pierden comerciantes 130 millones de euros
Madrid, 16 de junio. La huelga indefinida de los trabajadores del transporte en España fue suspendida hoy de forma temporal, con lo que se abre la vía de una solución negociada a una protesta cuyo origen es el aumento desmedido del precio del petróleo. El paro de los transportistas autónomos –que representan a 20 por ciento del sector– empezó el lunes pasado y provocó problemas de desabasto de productos básicos, caos vial en las principales ciudades y hasta la muerte de un trabajador, al ser atropellado por un ciudadano indignado por la protesta sindical.
Cuando miles de camiones se dirigían a Madrid con el objetivo de bloquear las principales arterias de ingreso a la capital del país, las organizaciones Fenadismer, Congedetrans y Antid decidieron suspender de forma temporal la protesta para “no ocasionar más perjuicios a la maltrecha economía del sector”.
Estas asociaciones patronales, que representan a 70 mil transportistas autónomos, es decir que trabajan a cuenta propia, iniciaron la huelga indefinida tras varias reuniones infructuosas con los representantes del Ejecutivo español, del socialista José Luis Rodríguez Zapatero.
Los transportistas plantearon al gobierno una batería de medidas para paliar los estragos que ha provocado en sus economías el incremento de más de 30 por ciento del precio del gasóleo.
Entre las reivindicaciones destacaban una reforma en la legislación para garantizar un precio mínimo del servicio, la posibilidad de renegociar los contratos ante una situación extraordinaria como la del petróleo y, entre otras, garantizar el sistema de pensiones para estos trabajadores.
Mala y tardía, la intervención del gobierno
Los representantes del gobierno español, primero el director nacional de carreteras, Juan Miguel Sánchez, y después la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, han actuado “mal y tarde”, según los sindicatos, los partidos políticos de oposición y las confederaciones patronales, que coinciden en apuntar que la actual administración ha vuelto a demostrar una evidente falta de reflejos y una ineficiencia palpable en la resolución de conflictos.
La crisis con los transportistas se ha detenido “temporalmente”, una vez que no sólo los trabajadores anunciaron una protesta para este miércoles en Madrid, sino que advirtieron sobre la reanudación de la huelga en caso de que no se pongan sobre la mesa soluciones viables para uno de los sectores más afectados por la crisis internacional de los combustibles.
Tras conocer la suspensión de la huelga, la vicepresidenta primera María Teresa Fernández, señaló que “el ejercicio de unos derechos no puede nunca vulnerar la libertad de la ciudadanía, de eso se encargará el gobierno, como ha hecho hasta ahora”, en alusión a los actos de protesta de los camioneros que provocaron caos vial en algunas carreteras.
Al respecto, los trabajadores acusaron al gobierno de intentar “cerrar en falso la crisis y criminalizar a más de 300 mil profesionales”, en lugar de mirar el “meollo” de la crisis: la especulación “insaciable” de los intermediarios del sector, así como del comercio de combustible, por lo que –dijeron los trabajadores– “la zorra está dentro de la casa, y esto coloca a muchas empresas en situación insostenible”.
En cuanto al desabasto masivo de productos básicos en las grandes ciudades, sobre todo en Madrid, Barcelona y Valencia, las cadenas de supermercados informaron que los ocho días de huelga provocaron pérdidas por más de 130 millones de euros en el sector. Los comerciantes cifran esta sangría en función de los daños directos a las flotas de camiones, las instalaciones, la pérdida de productos, sobre todo los más perecederos, y a las pérdidas directas por ventas.