■ La presidenta Cristina Fernández reitera disposición a dialogar
Comienza nuevo paro de productores en Argentina; terminará el miércoles
Buenos Aires, 15 de junio. Productores rurales de Argentina retomaron este domingo una huelga comercial que busca paralizar las exportaciones de granos del país, un día después de que fracasó el intento del gobierno por despejar a la fuerza una carretera clave que era bloqueada por manifestantes.
El sector protagoniza el mayor desafío para la presidenta Cristina Fernández, quien tras asumir el año pasado con casi 50 por ciento de los votos decidió en marzo pasado subir los impuestos a las exportaciones de granos y comenzó a sufrir un constante desgaste por las protestas en el interior y en las ciudades.
El sábado, luego de que las fuerzas de seguridad reprimieron a los productores para liberar una carretera clave para el transporte de mercancías, se dispararon las protestas en Buenos Aires contra el gobierno.
Pero en una repetición de lo ocurrido en otros momentos del conflicto, que lleva ya casi 100 días, por la noche las protestas fueron sofocadas –algunas a puñetazos– por grupos que apoyan a la presidenta.
El mensaje del gobierno el sábado por la noche fue que la represión no fue violenta –los agentes no llevaban armas– y que estaban dispuestos a dialogar con el sector agropecuario siempre que no quisieran imponer condiciones.
Cerca de la medianoche las cuatro entidades en conflicto con el gobierno decidieron lanzar una nueva huelga comercial del domingo al miércoles.
En la carretera 14 –llamada ruta del Mercosur– el tránsito era mínimo el domingo en la mañana.
“Estamos de nuevo acá, cumpliendo lo que dijo la mesa de enlace (las cuatro entidades del agro), pero con mucha preocupación”, expresó un granjero en la ruta el domingo en la mañana.
Un grupo de otros 10 productores, por su parte, detuvo un camión con granos y explicó al chofer del camión por qué ya no iba a poder circular.
Algunos columnistas de diarios publicaron este domingo su visión de la crisis y coincidieron en que el conflicto se agravó por decisión del ex presidente Néstor Kirchner, con gran influencia en el gobierno de su esposa.
El sábado, Kirchner se hizo presente en la Plaza de Mayo, donde grupos manifestaban su apoyo a la presidenta. “Néstor Kirchner quiere la rendición incondicional del campo”, escribió Joaquín Morales Solá en el periódico La Nación.