■ El equipo de Boston va adelante en la serie por 3-1 sobre la quinteta de Los Ángeles

Celtics, por concretar su ventaja ante Lakers y coronarse hoy en la NBA

■ Gleen Doc Rivers, conmovido al recordar a su padre, quien falleció el año pasado

Agencias

Los Ángeles, 14 de junio. Mientras los Lakers de Los Ángeles buscan una solución para frenar a los Celtics en la serie final de la NBA, a Gleen Doc Rivers, entrenador de Boston, lo invadió la nostalgia al acordarse de su padre, quien falleció el año pasado.

Aunque la quinteta de Boston está a una victoria de proclamarse monarca de la NBA y puede hacerlo este domingo en el Staples Center, Rivers no se había detenido a pensarlo.

Entre estadísticas y recuerdos de finales, el entrenador de los Celtics derramó lágrimas cuando le preguntaron si había reflexionado sobre la posibilidad de que su equipo sea campeón este domingo, Día del Padre.

“La verdad no había pensado en eso, en ganar el título y que este domingo es Día del Padre. Hemos estado muy concentrados en esta final y no he tenido tiempo de pensar en la festividad, en dedicarle el juego a mi papá”, dijo Rivers entre lágrimas que revelaron su emociones por lo significativo de la fecha y lo que implica ganar el título de la NBA.

Boston tiene ventaja de 3-1 sobre Lakers y en caso de imponerse este domingo se llevaría el trofeo Larry O’Brien a casa, algo que no obtiene la franquicia desde la temporada 1985-86, cuando derrotó 4-2 a los Rockets de Houston.

En caso de que Lakers obtengan la victoria, Celtics regresaría a casa para intentar coronarse en el TD Banknorth Garden, donde se jugaría el sexto juego, y en caso necesario, un séptimo.

A lo largo de la historia, el duelo Lakers-Celtics es una de las rivalidades más fuertes que existe en el deporte profesional. El conjunto de Boston ha ganado ocho títulos por dos del cuadro californiano en 10 finales entre los equipos más ganadores en la liga.

Con todo en su favor

Los Celtics se han centrado en regresar a casa este domingo con el trofeo Larry O’Brien, así que entrenaron confiados en que el quinto juego sea el definitivo, toda vez que nunca un equipo que ha estado abajo 1-3 se ha levantado.

Por su parte, los Lakers retomaron los entrenamientos luego que el coach Phil Jackson anunció que su equipo se encontraba muy fatigado física y mentalmente.

Sasha Vujacic, Lamar Odom y Jordan Farmar realizaron muchos disparos acertados de tres puntos y de media distancia, con los que dejaron ver que están dispuestos a vender cara la derrota.

Vladimir Radmanovic admitió que están presionados: “es difícil regresar, hemos trabajado muy duro para llegar hasta estas instancias, así que ya estamos aquí, es así de sencillo, tenemos que salir y ganar”, aseguró.

Odom reveló que aún no comprende las cosas que le pasaron en la segunda mitad del juego cuatro, al recordar que en los dos primeros cuartos anotó 15 puntos, pero en la segunda mitad desapareció con tan sólo cuatro.