■ Crean el grupo Club de Patos con el que buscan convertir esta zona en parque ecológico
Vecinos de La Viga y Churubusco se lanzan al rescate del Canal Nacional
■ Los voluntarios han encontrado en el agua desde “bolsas santeras” hasta salas completas
Ampliar la imagen Los jóvenes son de los más entusiastas participantes de Club de Patos al Rescate Foto: María Luisa Severiano
Para evitar que el Canal Nacional siga siendo un tiradero clandestino, y quede en el abandono integrantes de la organización ciudadana Club de Patos al rescate del Canal Nacional realizan jornadas de reforestación y limpieza del humedal. Pero la falta de cultura urbana dificulta su tarea, “pues aún hay gente que deposita ahí los desechos”, comentaron representantes.
Botes de plástico, latas de refresco, animales muertos y todo tipo de basura fueron recolectados por una brigada de 15 voluntarios, además, sembraron encinos donados por la Facultad de Estudios Superiores de Iztacala de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Abordo de dos lanchas limpiaron los 1.5 kilómetros de agua. La conservación del canal presenta problemas, pues la empresa Omega 2000, la misma que incumplió en las obras del Metrobús, que estuvo a cargo del rescate de la zona en 2008, lo dejó inconcluso.
Hay erosión, las bardas están vencidas y la malla ciclónica, a punto de caer, pese a ello los vecinos del lugar intentan mantener el tramo de Calzada de la Viga a Río Churubusco como un espacio para el entretenimiento, el deporte y la recreación de las familias.
Los residentes de las colonias Prado y Campestre Churubusco, Paseos de Tasqueña y Hermosillo así como personas asiduas al lugar, han creado una sociedad para su mantenimiento, es decir, los pocos vendedores y expendedores de periódicos ubicados en la zona están obligados a retirar los contenedores de basura y limpiar los espacios, para mantener saneado el pequeño tramo de los más de 10 kilómetros que comprende el canal, que va de Río Churubusco hasta el parque Ecológico de Xochimilco.
Alejandro de la Vega, integrante del consejo directivo de la organización ciudadana, explicó la importancia ecológica que tiene el Canal Nacional para los habitantes de la ciudad, porque es un humedal cercano al centro de la capital, por ello el esfuerzo de la organización para mantenerlo con recursos que se colectan del boteo y donaciones, los cuales, reconoció, resultan insuficientes.
Un apoyo importante es el voluntariado, añadió el coordinador de las jornadas, Zitlalkóatl Mesino. Los jóvenes de entre los ocho y 22 años son quienes limpian el agua, “donde hemos encontrado de todo”. Comentó que hace un par de años sacaron una sala completa. “Lo que nos afecta son las bolsas santeras, porque los que más encontramos son animales trabajados en bolsas de plástico, no existe conciencia de la gente para el cuidado”, indico.
Para motivar el regreso de fauna, la organización llevó una colonia de patos y gansos que se han reproducido y actualmente, pese a que todavía falta mucho, se logra ver sobre el agua una capa verde formada por la planta acuática lemna y un canal que los visitantes disfrutan.
De la Vega manifestó que a principios de mayo pasado, las autoridades del gobierno del Distrito Federal firmaron un acuerdo para el rescate del Canal Nacional, que esperan cumplan, pues del proyecto que realizó la sociedad de arquitectos paisajistas de México en 2006, quedó pendiente el recircular del agua para evitar la contaminación.
Además, proponen que se le dé una utilidad a la lemna como en otros países, se termine con la erosión, se ponga vigilancia e iluminación para evitar los actos de delincuencia e inseguridad, ya que hay pocos policías asignados a la zona, señalaron.