■ Investigan a funcionarios por el escape masivo de la prisión de Kandahar tras ataque rebelde
Tropas afganas y de la OTAN lanzan operativo para capturar a más de mil presos que huyeron
Ampliar la imagen Aspecto de la prisión de Kandahar después del asalto de rebeldes talibanes para propiciar una fuga Foto: Reuters
Kandahar, 14 de junio. Tropas de Afganistán y de la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad (ISAF), comandada por la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), lanzaron hoy una vasta operación para capturar a unos mil 100 prisioneros que huyeron la víspera de la cárcel de la sureña provincia de Kandahar tras un ataque de los talibanes que causó la muerte de 15 guardias.
Los prisioneros escaparon después que los talibanes lanzaran la noche del viernes un ataque contra la prisión que fue organizado en dos partes: la explosión de varios coches bomba para abrir un hueco en el muro del recinto y un ataque armado de un comando para intentar liberar a la mayor cantidad posible de detenidos.
La ISAF reconoció este sábado que mil 100 detenidos escaparon de la prisión de Kandahar, declaró el general Carlos Branco.
Las autoridades lanzaron una investigación para averiguar si algunos de los funcionarios del gobierno estuvieron involucrados. Hasta ahora no se ha rastreado a ninguno de los prisioneros, informó el subsecretario de Justicia, Mohammad Qasim Hashimzai.
Hashimzai calificó el ataque en Kandahar como el más sofisticado realizado hasta ahora por la insurgencia talibán y confirmó que se puso en marcha una amplia operación de caza y captura.
El funcionario afgano indicó que entre los mil 100 reos fugitivos se encuentran 400 talibanes.
Según el vocero de los talibanes, Kari Mohamed Yusif Ahmadi, unos 80 combatientes participaron en la acción armada. “Logramos liberar a todos los prisioneros, entre ellos a nuestros hermanos talibanes”, agregó.
Al menos 15 guardias de la prisión murieron durante el ataque, según confirmó Walid Karzai, jefe del consejo provincial de Kandahar y también hermano del presidente afgano Hamid Karzai.
“Descubrimos a 15 guardias de seguridad muertos durante el ataque, pero las bajas pueden ser más”, añadió el funcionario.
El gobierno provincial declaró el estado de excepción y estableció numerosos controles en las carreteras. A los habitantes de la zona se les pidió que permanecieran en sus hogares.
El ataque se produjo al día siguiente de que Karzai logró en una conferencia internacional en París una contribución de más de 21 mil millones de dólares para la reconstrucción de Afganistán en los próximos cinco años.
Kandahar es el feudo de los talibanes y uno de los bastiones de su insurrección. En mayo pasado, unos 400 rebeldes hicieron una huelga de hambre durante ocho días para denunciar que se les sometía a torturas y que estaban privados de un juicio justo.
Desde que fueron expulsados del poder en Kabul y hasta octubre de de 2001 tras la invasión de Estados Unidos, los guerrilleros talibanes llevan a cabo una violenta insurrección que ha ganado intensidad en los últimos dos años pese a la presencia de unos 70 mil soldados de la OTAN.