■ Llamado Matusalén, el grano fue encontrado en los años 60 en el palacio de Herodes
Logran palmera de dátiles de una semilla de hace 2 mil años
■ Sembrada el 19 de enero de 2005, dio una planta de 1.20 metros, se reporta en la edición de Science de este viernes
■ Los investigadores israelíes indagan sobre sus propiedades curativas
Ampliar la imagen Matusalén germinó en 26 meses Foto: Reuters
Tel Aviv, 12 de junio. Investigadores israelíes lograron que germinara una semilla de unos 2 mil años de antigüedad del palacio de Herodes y que de ella creciera una palmera de dátiles.
De la semilla, llamada Matusalén por los científicos en homenaje al hombre bíblico más longevo, en 26 meses surgió una planta de 1.20 metros de altura. Los expertos presentan los resultados de su experimento en la revista especializada estadunidense Science de este viernes.
Matusalén es la semilla germinada más antigua del mundo, afirmó Sarah Sallon, jefe de la investigación.
Las semillas fueron encontradas en los años 60 en la fortaleza desértica de Masada, construida por Herodes, y guardadas desde entonces a temperatura ambiente.
Sallon, quien dirige un centro de medicina natural en el hospital Hadassah de Jerusalén, consiguió convencer a los arqueólogos después de mucho tiempo para que le proporcionaran algunas semillas para su experimento.
El 19 de enero de 2005, en el año nuevo judío, dedicado a los árboles, el grupo de expertos sembró tres semillas de dátil, de las que germinó una, para gran alegría de los científicos.
A Sallon le interesa sobre todo comprobar si esta antigua especie de palmera datilera realmente tiene propiedades curativas, como se le atribuían en la antigüedad. “Se suministraban en casos de vómito de sangre, lo que implicaba tuberculosis, así como para curar problemas de estómago y diarreas”. También se le usaba a menudo para tratar tumores e infecciones.
¿Hembra o macho?
No se sabe todavía si Matusalén es hembra o macho, algo que sólo se podrá comprobar en tres o cuatro años. “Si es una palmera hembra se le podría fecundar con el polen de una palmera moderna masculina”, explicó Sallon. Otra posibilidad es tratar de criar una palmera macho a partir otras semillas antiguas.
Hace 5 mil años los habitantes de Babilonia aprendieron a fecundar datileras hembras con polen de las machos, untándolo a mano sobre las flores.
Las palmeras datileras judaicas, llamadas también árbol de la vida, formaban hace 2 mil años densos bosques que llegaban desde el lago Genezareth, en el norte, hasta el Mar Muerto, en el sur, según Sallon.
Después de que los romanos terminaron con el levantamiento judío, en el siglo I después de Cristo, las plantas fueron abandonadas a un estado salvaje y se extinguieron. “Las palmeras datileras son como los niños, hay que ocuparse de ellas”, afirmó esta apasionada investigadora. “Para la época de las cruzadas ya no quedaba casi nada de las plantaciones.” Las palmeras actuales de Israel proceden de Marruecos, Egipto e Irak.
Sallon señaló que Matusalén está sana, aunque algunas de sus hojas muestran puntos blancos. La Universidad de Zurich practicó análisis con radiocarbono a las semillas que no germinaron, así como al folículo de la palmera que se desarrolló, los cuales permitieron determinar que tienen unos 2 mil años.
Con ello, Matusalén rompió el récord de mil 300 años establecido antes por una semilla de loto germinada.
En las culturas antiguas, la palmera datilera era símbolo de inmortalidad y por eso se colocaba como ofrenda en las tumbas de los egipcios. Al resucitar la semilla, los científicos han recobrado la credibilidad de esa tradición.