■ Llama en Madrid a empresarios a invertir en “áreas autorizadas” de energéticos
Ofrece Calderón en España sectores vitales de la economía
■ Está en discusión una iniciativa de reforma para fortalecer Pemex, que ampliará su capacidad de operación y producción, dice el mandatario en una entrevista publicada por el diario ABC
Ampliar la imagen El presidente Felipe Calderón, durante su discurso ante el Congreso de los Diputados, en Madrid Foto: Ap
Madrid, 11 de junio. El presidente Felipe Calderón inició hoy en Madrid su primera visita de Estado a España, con una prioridad por encima de las demás: atraer inversiones españolas a sectores vitales de la economía mexicana, como infraestructura, servicios y, de manera destacada, al polémico sector energético. El mandatario mexicano hizo una invitación expresa al capital ibérico para acudir presto a invertir en “las áreas autorizadas de la energía” y a esperar a que se apruebe la reforma de Petróleos Mexicanos (Pemex), según señaló en un artículo publicado en el diario conservador ABC.
En sus discursos públicos, el Presidente ha hecho apenas referencia a la reforma sobre el sector energético y Pemex; tampoco se ha referido a las conversaciones que han mantenido en los últimos meses representantes del “más alto nivel” de la paraestatal mexicana con ejecutivos de la empresa española Compañía Logística de Hidrocarburos (CLH), con el fin de transformar el funcionamiento de Petróleos Mexicanos.
Hidrocarburos en la mira
Sin embargo, consciente de que uno de los reclamos más acuciantes de los inversionistas españoles en los últimos años ha sido, precisamente, que se abran al capital extranjero los hidrocarburos y la energía en todas sus vertientes, Calderón anunció desde las páginas del citado rotativo que “actualmente está en discusión una iniciativa de reforma para fortalecer al sector energético, entre otras cosas ampliando la capacidad de operación y producción de Pemex”.
Acto seguido, el mandatario visitante afirmó: “México tiene gran interés en alentar la participación de empresas españolas en los principales proyectos ferroviarios y de infraestructura carretera que promueve mi gobierno. Asimismo, existen grandes oportunidades de inversión en las industrias automotriz, de autopartes y aeroespacial, así como en el mercado de capitales y en sectores como telecomunicaciones, turismo y áreas autorizadas de energía. Estoy convencido también de que, con base en el acuerdo de cooperación turística entre México y España, se podrá promover la colaboración, así como mayor inversión ibérica en materia de turismo”.
Precisamente, una de las prioridades de Calderón en este viaje es atraer capital extranjero a México para el Plan Nacional de Infraestructura y para promover al país como un destino atractivo para la inversión en cuestiones de energía.
Para llevar a cabo la difusión de su programa clave y de su mensaje se ha valido de Antonio Solá, quien fuera su coordinador de imagen en la campaña presidencial, y ha seguido muy de cerca todos los pasos del mandatario en territorio español. Incluso, tuvo el privilegio de escuchar desde la primera fila de la zona de invitados especiales del Congreso de los Diputados el discurso de Calderón ante los parlamentarios españoles. Solá estaba a sólo diez lugares de Margarita Zavala, esposa del mandatario mexicano.
Solá, desde su empresa consultora Ostos y Solá, se ha erigido en el promotor del programa estrella de Calderón –el Plan Nacional de Infraestructura– ante el empresariado español, para lo que ha organizado encuentros valiéndose de su condición de hombre “próximo” al presidente de México. Cabe recordar que Solá fue el principal operador de la campaña proselitista del michoacano, para lo que se valió de la propagación del mensaje del miedo y de la guerra sucia en contra de Andrés Manuel López Obrador.
Después de maniobrar desde la sombra para el candidato Calderón, Solá volvió a España, pero mantuvo abiertos los vínculos con la administración mexicana y con el Partido Acción Nacional, con el que tiene relaciones profesionales desde la precampaña electoral del entonces aspirante a candidato Vicente Fox, es decir, desde 1999. Si bien la relación de Solá y el presidente Felipe Calderón se estrechó con el triunfo electoral, gracias en parte a los métodos utilizados por el publicista español –como el video en el que se amenazaba a la sociedad de que si ganaba López Obrador les quitarían sus camas, televisiones y casas.
Promoción de “oportunidades”
Con este bagaje, Antonio Solá se reunió el pasado 28 de mayo con unos 40 empresarios españoles para defender las supuestas virtudes y oportunidades del Plan Nacional de Infraestructura, labor que en teoría debería recaer en las delegaciones diplomáticas mexicanas. Durante dicho encuentro, Solá invitó al capital español a participar de las “oportunidades” que se abren con este gobierno, al tiempo que durante el foro se llegó a afirmar sin paliativos que la reforma energética será “casi seguro” aprobada, con lo que se abriría un sector anhelado por las multinacionales españolas relacionadas con el sector, como Repsol, Endesa, Iberdrola, Gas Natural y la ya citada Compañía Logística de Hidrocarburos.
Felipe Calderón fijó su compromiso –en el citado artículo periodístico y en su discurso ante el Congreso de los Diputados– de defender para México un modelo abierto al comercio y a la inversión internacionales. “México ha decidido caminar hacia la consolidación de la democracia y el respeto a los derechos humanos, entre la libertad y la justicia, a favor de la inversión y la apertura, por la igualdad de oportunidades y por el respeto al medio ambiente y al desarrollo sustentable”.