■ La realizadora está por terminar una cinta sobre la desaparición de espacios periodísticos
Muchos documentales “nacen de la rabia”: Maricarmen de Lara
■ El caso de Carmen Aristegui me cimbró; el de Gutiérrez Vivó también es reflejo de la política de golpeteo, señala
■ Con su nuevo trabajo busca mostrar la lucha por la libertad de expresión
Muchos de los proyectos de cine documental “nacen de la rabia”, comentó la realizadora Maricarmen de Lara, quien está por terminar (la película se encuentra en el proceso de un segundo corte de edición) un proyecto cinematográfico sobre “la desaparición de espacios periodísticos e informativos, lo que implica un cierre de la memoria”.
Aún sin título, esta cinta documental, que se terminará en dos meses, fue filmada con el soporte de la beca del Sistema Nacional de Creadores y con el apoyo de la Dirección de Actividades Cinematográficas de la Universidad Nacional Autónoma de México. La realizadora contó que la película, rodada en video digital, “nació en enero, cuando le quitaron el espacio a Carmen Aristegui y cuando trataron de argumentar que se trataba de una cuestión de negocios entre particulares. Creo que las concesiones son públicas y la televisión y la radio nos pertenecen, al igual que el petróleo. Tenemos que pelear, y en ese sentido la gente debe estar consciente de que la televisión pertenece a un duopolio y la radio a unas cuantas familias. La prensa escrita ha tomado una actitud más crítica en general, pero no tiene el acceso a públicos tan masivos como la tv y la radio”, aseguró la autora de cintas como En el país de no pasa nada.
Alerta
Para De Lara, “la desaparición de espacios periodísticos alerta sobre un asunto contra el cual hemos luchado durante muchos años. En ese sentido, el caso de Aristegui me cimbró, porque me pasaba lo que a muchos mexicanos que la escuchábamos por las mañanas y sentíamos el reflejo de las temáticas que son importantes en este país. Desde que desapareció ese espacio, muy pocos se refieren a ellas. Otro de los casos es el de José Gutiérrez Vivó, también reflejo de una política de golpeteo hacia espacios abiertos y críticos. Si perdemos esa mirada estaremos perdiendo la diversidad y riqueza de este país”.
En opinión de la realizadora (documentalista prolífica de más de una treintena de cortos, medios y largometrajes en los que ha cuestionado temas como la despenalización del aborto, el maltrato hacia las mujeres, la salud reproductiva, el sida, la explotación de las obreras y la inequidad de género, entre otros), el objetivo es “tratar de mantener una historia que refleje la lucha por la libertad de expresión, lo que ha sido una serie de golpes a los periodistas, los asesinatos de éstos, porque me parece que estamos viendo a una Comisión Nacional de los Derechos Humanos, encabezada por (José Luis) Soberanes, que no se pronuncia en ese sentido. Otros de los temas son el de Lydia Cacho, el caso del Excélsior, de Julio Scherer... la pérdida de espacios. Cuando un gobierno no quiere tener crítica se acerca más al autoritarismo”.
Una de las intenciones de Maricarmen de Lara, triunfadora en 2006 de la segunda convocatoria de la beca Matilde Landeta con su guión Desconcierto, es sensibilizar a la sociedad acerca de la violencia hacia los informadores: “No podemos ser el segundo país, después de Irak, con tantas muertes de periodistas, no se puede hablar de que los comunicadores no puedan criticar la situación que vivimos. Sólo hay que recordar lo que le pasó a las locutoras indígenas (triquis) de Oaxaca, o como todo lo que pasa en esa entidad, con un gobernador poco reconocido por la población y aún en el poder. Por eso considero importante recoger testimonios de distintos periodistas y grupos. Haré una serie de cápsulas que tratarán la historia a partir de unos años para acá”.
Necesario abrir salas para proyecciones digitales
La directora está abierta a enriquecer la extensa cantidad de material con que cuenta. Por ejemplo, sigue buscando a Gutiérrez Vivó. Hay testimonios de Lorenzo Meyer, Granados Chapa, Carlos Monsiváis. “Cabe señalar que la gente de la W me negó la entrevista. Tengo que aclarar que esto se hace desde un punto de vista muy particular, porque apoyo el cambio por una ley de medios mucho más incluyente. La sociedad debe enterarse y participar, porque el cierre de espacios informativos, implica un cierre de la memoria”.
Para terminar la cinta, De Lara gestiona apoyos para el copiado y el multicopiado, pero no se transferirá a 35 milímetros de celuloide, porque, afirma la cinematografista “ése es un problema en este país, ya que todo lo vemos en 35 y no hay una ocupación por abrir salas de cine digital. Tenemos una tecnología que nos permite generar espacios con calidad, en los que nuestros proyectos se queden varios meses en distintos puntos de la ciudad y del país, y no estemos al libre albedrío de los distribuidores y exhibidores, que a la semana, sacan de cartelera todas las películas mexicanas. Tenemos que abrir espacios. Por eso hablamos de la libertad de expresión en un país que cada vez es más desigual”.