■ Presentan cd-Rom con la hemerografía del crítico musical Raúl Cosío Villegas

Lamentan falta de voces disidentes contra barbaridades en la cultura

■ Nadie manifiesta su desacuerdo por temor a perder becas o prebendas, acusa Citlali Ruiz

■ Destaca María de los Ángeles Chapa la importancia del material recopilado como fuente para más investigaciones

Ángel Vargas

Hoy, “cuando se cometen las más grandes barbaridades por ignorancia y voracidad en nombre de la cultura”, se extrañan las voces disidentes e inconformes como la del compositor y crítico musical Raúl Cosío Villegas

Así lo sostuvo la investigadora Citlali Ruiz Ortiz durante la presentación del cd-Rom La música en México en la segunda mitad del siglo XX. Hemerografía de Raúl Cosío Villegas –del cual es autora–, efectuada la noche del pasado jueves en el Aula Magna José Vasconcelos del Centro Nacional de las Artes.

A una década del fallecimiento del creador, ocurrido a los 70 años de edad, la especialista recordó que éste poseía una mente muy abierta para las ciencias y una pasión por las artes, pero sobre todo era un hombre interesado en la relación del artista con la sociedad.

Y en ese sentido, resaltó, “le disgustaba enormemente la situación en que se encontraban los músicos: mal pagados, que tenían que huesear para completar el gasto, con una educación deficiente y desventajosa, y que tenían que pertenecer a alguno de los grupos de poder para que sus obras, en el caso de los compositores, fueran interpretadas, publicadas o se vieran retribuidos”.

Ruiz Ortiz describió a Cosío Villegas como un personaje de memoria y capacidad analítica privilegiadas, estudioso y al día en toda clase de información y temas, con una postura crítica bien fundamentada.

“Las voces disidentes como la de Raúl Cosío son cada vez más necesarias en estos tiempos de poca tolerancia a la disensión, en los que nadie se atreve a manifestar su desacuerdo por temor a perder prebendas o becas”, dijo.

También participaron en el acto la investigadora María de los Ángeles Chapa, el compositor Mario Kuri Aldana y la musicóloga Consuelo Carredano.

Esta última aclaró que se valdría de un lugar común para definir a Raúl Cosío como el autor de una obra aislada, Los gallos, que tuvo en su día una extraordinaria recepción, o bien como el inspirador del grupo Nueva Música de México

Sobre este último aspecto, subrayó que nadie se ha dado a la tarea de explicar a fondo en qué consistió ese grupo, el cual fue fundado en 1958 ante el difícil panorama que prevalecía en el país para los compositores y en general para toda la música mexicana.

Tampoco se ha indagado cuáles fueron los propósitos del grupo, qué papel jugó Raúl Cosío en ese círculo y quiénes lo conformaron en realidad, prosiguió la musicóloga.

Ni siquiera se ha podido establecer una lista completa de sus integrantes, entre ellos Rocío Sáenz, Leonardo Velázquez, Manuel Uribe, Francisco Savín y Joaquín Gutiérrez Heras.

Ya en el tema de Raúl Cosío y la crítica periodística, la cual ejerció durante 30 años en al menos 15 publicaciones, entre periódicos y revistas, Carredano destacó al músico por su estilo “ácido, mordaz, combativo; algunas críticas destacan por su carácter marcadamente crítico, otras por su facilidad por la anécdota o por su matiz irónico, que le era tan propio”.

“Habló de cuestiones relacionadas con el fenómeno musical contemporáneo. En sus inicios escribió mucho sobre cultura general: cine, teatro, artes plásticas, folclor, pedagogía, enseñanza; pero creo distinguir, entre la variedad de temas y asuntos abordados, uno favorito: el de la política cultural y el de las relaciones entre los diversos sectores de la música.”

Mientras que la participación de Kuri Aldana se centró en definir el ámbito personal de su colega y amigo, así como la animadversión que éste profesaba por la música de vanguardia, María de los Angeles Chapa, por su parte, realizó un análisis técnico del cd-Rom, en el cual se compilan cerca de 2 mil trabajos periodísticos escritos y aparecidos en cerca de medio centenar de publicaciones a lo largo de casi 50 años.

A juicio de la investigadora, la importancia de ese material radica no sólo en el rescate de la crónica periodística musical como fuente de información para conocer los acontecimientos diarios en los diversos ámbitos de la música, sino su relación con la vida cotidiana y, sobre todo, como base de información de primera mano para realizar otro tipo de investigaciones.