■ A lo largo del Eje Central circularán sólo 80 trolebuses con el concepto Metrobús
No encajan en el proyecto cero emisiones RTP y microbuseros
■ La Setravi negocia con concesionarios de las rutas 1 y 88 la reubicación en otros derroteros
■ El corredor vial incluirá la construcción de una ciclovía de Garibaldi a la Alberca Olímpica
Ampliar la imagen El Eje Central Lázaro Cárdenas en un día normal de tránsito vehicular, el cual se vuelve caótico en las llamadas horas pico, casi todos los días de la semana Foto: Roberto García Ortiz
El Eje Central será convertido en el primer corredor cero emisiones, donde exclusivamente circularán 80 trolebuses con el concepto de Metrobús, en un carril confinado en ambos sentidos mediante la instalación de bolardos a lo largo de sus 46.6 kilómetros de longitud, donde se ubicarán 68 puntos de ascenso y descenso en dos circuitos: Central de Autobuses del Norte-Central de Autobuses del Sur, y Acueducto de Guadalupe-Metro Doctores.
Con base en el proyecto –en poder de La Jornada– su operación implicará el retiro de 377 autobuses, minibuses y microbuses de las rutas 1 y 88, y la reubicación de 60 unidades de la Red de Transporte de Pasajeros (RTP), a fin de mejorar el servicio que se presta a 138 mil 578 pasajeros por día. Estas acciones se complementarán con la construcción de una ciclovía en el primer carril de la avenida en el tramo Garibaldi–Alberca Olímpica, a fin de proporcionar a la ciudadanía una alternativa adicional y en convivencia con el trolebús.
Se trata, explicó el Servicio de Transportes Eléctricos (STE), de acabar con las congestiones de tránsito que a diario se presentan en esta arteria, lo cual implica mayores costos de las actividades de la ciudad y un incremento en la emisión de contaminantes, al reducirse la circulación drásticamente a siete kilómetros por hora, con el consecuente aumento de los tiempos de traslado en las horas de máxima demanda de lunes a viernes, y los fines de semana.
La meta es prestar únicamente el servicio con trolebuses en Eje Central, que es un sistema que forma parte de la historia y la fisonomía de la ciudad desde mediados del siglo pasado, siendo testigo de hechos históricos de gran relevancia, mientras para los usuarios es un modo de transporte económico, oportuno, seguro y, sobre todo, no contaminante, que se ha convertido en el primer lugar en captación de pasajeros de la red, al enlazar a las delegaciones Gustavo A. Madero, Cuauhtémoc, Benito Juárez y Coyoacán.
E igualmente, la gente tenga la posibilidad de acceder a algunos de los 18 puntos de interés ubicados en el corredor, como el Instituto Mexicano del Petróleo, el CCH Vallejo, la Plaza de las Tres Culturas, Garibaldi, el Teatro Blanquita, la Torre Latinoamericana, la Alameda Central, el Palacio de las Bellas Artes, el Palacio de Minería, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, la Alberca Olímpica, el Museo de las Intervenciones y las centrales camioneras del norte y el sur.
Las nuevas unidades contarán con un sistema de prepago y tendrán un intervalo de servicio de dos minutos, recorriendo todo el trayecto en 110 minutos –menos de la mitad del tiempo que hoy día se invierte–, a una velocidad promedio de 20 kilómetros por hora –casi tres veces más a la actual–, pues la perspectiva de transporte eléctrico para los próximos años considera nuevos ámbitos de prioridad, cambio y atención para la protección al medio ambiente, para cumplir con criterios de eficiencia y consideraciones sociales y de equidad.
El primer circuito contará con una longitud de 36.6 kilómetros, a los cuales se sumarán 10 kilómetros del segundo circuito, para atender la zona de Acueducto de Guadalupe a la estación Doctores del Metro, señaló al destacar que la Secretaría de Transportes y Vialidad es la encargada de negociar con las rutas 1 y 88 para ser reubicadas en otros derroteros o fungir como alimentadores de este nuevo sistema tipo Metrobús, pues como ha sucedido en las otras líneas, “no se permitirá la circulación de otro tipo de servicio público de pasajeros”.