■ Polonia, con Beenhakker en el banquillo, buscará derrotar por primera vez a Alemania
Debuta el otro anfitrión: Austria enfrenta a Croacia
Klagenfurt, Austria, 7 de junio. Austria, que no ha brillado en futbol desde el Mundial de Argentina 1978, quiere volver a hacerlo en esta Eurocopa, cuando este domingo enfrente a Croacia. En tanto, Alemania arranca contra Polonia.
El estadio Ernst Happel estará colmado con 50 mil espectadores que sueñan con un juego inspirado de su equipo, a pesar de que Austria sólo ganó uno de sus recientes 15 partidos amistosos.
Empequeñecida por su estatus de Cenicienta, la selección de Austria, país de Sigmund Freud, padre del sicoanálisis, echó mano de ese recurso con un equipo de sicólogos para superar la pesada carga de su complejo de inferioridad.
El técnico Josef Hickersberg se rodeó de dos especialistas: el “técnico mental” Günter Amesberger y el preparador inglés Roger Spry. A su vez, el cosmoterapeuta, Hanni Reichlin-Meldegg, aseguró que el color rojo de la camiseta y medias conferían “fuerza y temperamento a los jugadores”.
Considerado uno de los candidatos al título, Croacia deberá demostrar que se las puede arreglar también sin la presencia de Eduardo da Silva, delantero del Arsenal, quien se rompió una pierna en febrero y fue fundamental para clasificar delante de Rusia e Inglaterra.
Hasta ahora, Austria ha perdido los tres partidos disputados contra Croacia, la última vez en mayo de 2006, cuando los balcánicos barrieron a su rival 4-1 en Viena, en el segundo partido de Hickersberger como seleccionador.
En el otro duelo, Alemania, la eterna favorita para todo, jugará en Kagenfurt, en el Hypo-Arena, ante Polonia, con todos los jugadores en máxima tensión. “Creemos realmente que podemos ser campeones, si no, no estaríamos aquí”, dijo hoy el mediocampista Torsten Frings.
Los teutones confían sobre todo en la madurez del equipo que sorprendió con el tercer puesto en el Mundial de 2006. El espíritu del plantel se mantiene y eso hace que el técnico Joachim Löw sea “muy optimista”.
Polonia, dirigida por el técnico holandés Leo Beenhakker, buscará el primer triunfo de su historia ante el país vecino tras 11 derrotas y cuatro empates. “Confiamos en un triunfo porque Alemania no posee la calidad de Portugal”, dijo el defensa Mariusz Lewandowski.
Ofensivo encontró toda Alemania el tono beligerante de la prensa sensacionalista polaca en días pasados. El encabezado de “Leo, tráenos sus cabezas”, con un fotomontaje en el que se veía al técnico sujetando las testas decapitadas de Ballack y Löw, obligó incluso a Beenhakker a disculparse.