■ “Crearán problemas para desgastarnos”, acusa el presidente
Rafael Correa alerta contra maniobras opositoras para desestabilizar Ecuador
Quito, 7 de junio. A tres meses del referendo sobre la nueva Constitución de Ecuador, el presidente Rafael Correa afirmó que sectores de la oposición pretenden protestar con “cacerolazos” y “desestabilizar” al gobierno para que gane el no en la consulta sobre el texto que la Asamblea Constituyente prepara actualmente.
“Es parte de un programa de desestabilización. Nos quieren crear problemas por todos lados para desgastarnos y que gane el no en el referendo”, dijo Correa en su mensaje semanal de radio.
“Lo que no entienden es que éste es un gobierno que tiene 80 por ciento de apoyo popular y nadie les hace caso”, agregó el mandatario, con 16 meses en el poder.
“Son tres las estrategias que tiene la derecha, con apoyo extranjero: crearnos conflictos en grupos no afectos al gobierno, en donde está cierta burocracia dorada, ciertos grupos financieros y productivos. Segundo, aparentar divisiones dentro de Acuerdo País (alianza partidista que conforma la mayoría en la Constituyente) y, tercero, crear división dentro de la propia izquierda” con la participación de “grupos radicales”.
Correa dijo que acciones de ese tipo se han realizado en Bolivia, donde está paralizada la ratificación de la nueva carta fundamental, y en Venezuela, nación que discutió y aprobó una nueva Constitución en 1999.
La Asamblea ecuatoriana, que trabaja en la localidad de Montecristi, en la región oeste del país, llegó este sábado a su sesión número 60 y los legisladores centraron el debate en temas como la plurinacionalidad, la justicia en los pueblos indígenas y el Estado laico y la libertad de culto.
“La propuesta del Estado plurinacional no es un desafío a la democracia, es un desafío a las instituciones politiqueras y al concepto homogéneo de Estado nacional que no ha permitido la inclusión”, afirmó el asambleísta Carlos Pilamunga, de la organización indígena Pachakutik.
La discusión de la nueva Constitución –una de las ofertas de campaña de Correa en 2006– se desarrolla en ocho mesas especializadas en que se discuten en primera instancia las iniciativas y posteriormente pasan al pleno.
Los siete grandes temas son derechos fundamentales y garantías constitucionales; organización, participación social y ciudadana, y sistemas de representación; estructura e instituciones del Estado; ordenamiento territorial y asignación de competencias; recursos naturales y biodiversidad; trabajo, producción e inclusión social; régimen de desarrollo; justicia y lucha contra la corrupción, y soberanía, relaciones internacionales e integración latinoamericana.
Respecto a la anunciada reanudación de relaciones diplomáticas con Colombia a nivel de encargados de negocios, el presidente Correa se abstuvo de hacer comentarios, pero la canciller María Isabel Salvador comentó que lo importante es lograr el restablecimiento de la confianza en el gobierno del conservador Álvaro Uribe, perdida a raíz del ataque a territorio de Ecuador y a la persistente campaña gubernamental contra Quito por el presunto apoyo a la guerrilla del país vecino.