■ El ex mandatario Kirchner logra respaldo de políticos en el enfrentamiento con ruralistas

Continuarán las movilizaciones de productores en Argentina

■ Obispos sostendrán reunión extraordinaria “para intentar calmar el clima de confrontación”

■ Pocas industrias y comercios se suman al llamado a suspender labores en todo el país

Stella Calloni (Corresponsal)

Buenos Aires, 2 de junio. Los dirigentes de las cuatro entidades del agro, que realizan paros desde hace más de 80 días, anunciaron esta noche que continuará la medida hasta el próximo 9 de junio. La decisión fue adoptada después de una larga reunión que se efectuó en Rosario, provincia de Santa Fe.

También anunciaron que se llevarán a cabo movilizaciones en distintos lugares del país, y llamaron a reunir un millón de firmas para pedir que sea el Congreso Nacional el que fije los precios internacionales y los derechos de importación. Además continuarán en sesión permanente, aunque ello significa reducir también la presencia en carreteras. Ahora se espera la reacción de las bases y de los sectores más duros.

En tanto, esta tarde un grupo de dirigentes políticos se reunió aquí con el ex presidente Néstor Kirchner, quien dirige el oficialista Partido Justicialista, para apoyarlo en estas circunstancias.

Una de las conclusiones de los dirigentes fue que “el reclamo de un sector no debe afectar el derecho de los demás”. Entre los líderes están el vicepresidente de la nación, el radical Julio Cobos, y miembros del Frente Grande y del Socialismo, están aliados al kirchnerismo.

Esta reunión forma parte de una acción del ex mandatario para sumar apoyos tanto dentro de su partido como de otros movimientos políticos.

La “Concertación Plural” fue muy clara en su rechazo a las medidas de fuerza de las entidades rurales, y advirtió sobre la necesidad de “reflexionar y aprender de la situación que atravesamos. La experiencia debe servir para perfeccionar nuestras instituciones”, señaló.

No fue un día fácil, ya que los discursos duros y triunfalistas de los dirigentes rurales, quienes se niegan al aumento del pago de retenciones por las millonarias exportaciones de soya, pusieron fuerte tensión.

Los presidentes de las cuatro entidades, Luciano Miguens, de Sociedad Rural (SRA); Mario Llambías, de la Confederaciones Rurales; Fernando Gioino, de la Conninagro, y Eduardo Buzzi, de la Federación Agraria Argentina (FAA), evalúan el tipo de protestas que continuarán a partir de mañana. Este día apostaron a que se parara la industria y el comercio en todo el país, pero sólo hubo algunos cierres parciales y en zonas determinadas. En estas horas se advierten divisiones en la alianza de las cuatro organizaciones, mientras se produjeron movilizaciones en distintos lugares del interior del país.

Uno de los actos más fuertes se realizó en Armstrong, provincia de Santa Fe, donde los dirigentes de la FAA, Alfredo de Angeli y Eduardo Buzzi, criticaron duramente al gobierno y llamaron a continuar la protesta.

Los medios masivos de comunicación, salvo raras excepciones, llevan adelante una campaña de tergiversaciones, degradación de la figura presidencial y de defensa a ultranza de lo que llaman “campo”, como si en esta caracterización se incluyera a los campesinos pobres, los trabajadores rurales y otros sectores mayoritarios.

En la ciudad de Gualeguaychú, Entre Ríos, estuvo Alfredo de Angelis, de la Federación Agraria, quien sostuvo: “sabemos cómo empezó esto, pero no cuándo termina. Estamos para seguirla”. Evidentemente exaltado, advirtió que “el gobierno llegó hasta acá pero ahora vamos a ver”.

En tono amenazante, dijo: “Vamos a resistir, porque no vamos a vivir de rodillas. Todos juntos, el campo, la industria y el pueblo argentino”. Como siempre, pidió rentabilidad y en ningún caso habló sobre los campesinos pobres. También envió un mensaje a la presidenta: “Acá hay un pueblo que quiere un cambio”, dijo interpretando que los cambios que piden los productores son los mismos que exige la población en general.

Por su parte, el otro referente de la Federación Agraria, Buzzi, otra vez volvió a mencionar la palabra “obstáculo” al referirse al gobierno, en este caso a su política agraria. Señaló que “es tiempo de dar un giro razonable a la gestión del gobierno”.

Exigió al gobierno “un cambio en el rumbo económico y la gestión de la política”, y advirtió que continuará con la protesta “todo el tiempo que sea necesario”. Llamó a una nueva manifestación en la localidad de Alcorta, Santa Fe, para el 25 de junio próximo.

Ahora ya no hablan sólo de retenciones, sino de “una política agropecuaria integral, que garantice el trabajo”, y nuevas demandas.

Por su parte, la Conferencia Episcopal, que preside el cardenal Jorge Bergoglio, convocó a una “reunión extraordinaria” de obispos para el próximo 5 de junio, con el propósito de tratar de calmar el “clima de confrontación y la amenaza de la paz social” en el conflicto entre el gobierno y los productores del campo.

Los dirigentes rurales se enfrentan a la situación de dar nuevos pasos, pero han llevado tanta violencia al discurso de las bases que ya se temen “desbordes” por la acción de varios sectores que se definen como “independientes” y cuyo único objetivo es cerrar rutas y llevar a la caída del gobierno.