■ Riesgo nutricional en 88% de los municipios de Oaxaca: arzobispo
La CEM demanda corregir errores cometidos durante décadas en el agro
Tras recordar que la crisis alimentaria ya generó situaciones graves y disturbios por el hambre en más de 30 países, donde incluso algunos gobiernos fueron derribados, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) dijo que esta situación exige corregir graves errores cometidos durante décadas en el campo debido a la politización, la irresponsabilidad social, la corrupción y la ineficaz aplicación de programas de apoyo.
El arzobispo de Oaxaca y miembro del consejo de presidencia de la CEM, José Luis Chávez Botello, recordó que tan sólo en su estado existen más de 500 municipios, de un total de 570, que presentan condiciones de inseguridad alimentaria y de riesgo nutricional. Pero calificó de “buena noticia” el programa del presidente Felipe Calderón para mitigar los efectos de esta problemática.
La crisis alimentaria, que se extiende cada vez más, es una amenaza que anuncia deterioro de grandes proporciones no sólo para cientos de personas, sino para pueblos y países enteros, dijo en su pronunciamiento junto con su obispo auxiliar Óscar Campos.
“Urge proponer programas bien sustentados, voluntad política para incentivar el trabajo del campo y la producción de alimentos con apoyos adecuados; urge informar y sensibilizar a la sociedad sobre las verdaderas causas y consecuencias de esta crisis que, según analistas, será de años.”
En la declaración, distribuida ayer por la Episcopado, el jerarca católico citó que la Iglesia recuerda a todos el sentido sagrado de la tierra y del trabajo del campo; de allí que urge rescatar y fortalecer el respeto y amor a la tierra que va de la mano con el cuidado práctico de los bosques y del agua.
Los católicos, presentes en todos los sectores de la sociedad, “tenemos una gran responsabilidad; el mandamiento del amor nos lleva a apoyar los programas y acciones serias que buscan el combate a la pobreza, la producción de alimentos, la promoción de granjas avícolas y huertos familiares, la conservación de granos, el mejor cuidado del agua y de los bosques”.
Sin duda, añadió, habrá que mejorar algunas acciones y programas propuestos, pero será grave irresponsabilidad social sólo criticarlos y rechazarlos sin proponer y hacer algo mejor.