■ Una verdad inconveniente será adaptada por el compositor italiano Giorgio Batistelli
Presentará La Scala de Milán ópera basada en el documental de Al Gore
■ La obra se estrenará en 2010, anunció Stephane Lissner, director de la casa operística
Ampliar la imagen Escena de la ópera Candido, de Leonard Berstein, en el Teatro del Chatelet de París, en la que actores usaron máscaras de los líderes políticos Tony Blair, Vladimir Putin, Jacques Chirac, George Bush y Silvio Berlusconi, embriagados y sólo vistiendo calzoncillos estampados con las banderas de los respectivos países. La presentación de la versión de Robert Carsen en La Scala de Milán fue aplazada en diciembre de 2006 tras la controversia causada por la exhibición satírica en la que aparecía el ex primer ministro italiano Foto: Tomada de Internet
Roma. Comenzó como un audiovisual de diapositivas, mutó en un documental galardonado y un libro, pero ahora Una verdad inconveniente, por el cual el ex vicepresidente estadunidense Al Gore ganó el Premio Nobel de la Paz, se trasformará en ópera.
Subtitulado La emergencia global del calentamiento planetario, el documental entrelaza el descubrimiento personal del tema del calentamiento global por Gore y su presentación de los peligros que entraña. Se ha convertido en el documental número cuatro de Estados Unidos en lo que a éxito se refiere, detrás de Fahrenheit 9/11, La marcha de los pingüinos y Sicko, con ganancias de 49 millones de dólares en taquilla en todo el mundo.
Esta semana, Stephane Lissner, director de La Scala de Milán, anunció que el compositor italiano Giorgio Battistelli escribirá la ópera, que se estrenará en Milán en 2010.
Battistelli, director artístico de la Fundación Arena de Verona, es un prolífico compositor de óperas que se ha inspirado en obras de Shakespeare (Ricardo III), Julio Verne, Mary Shelley (Frankestein) y Pasolini (Teorema).
Lissner fue contratado para dirigir La Scala hace tres años, cuando la principal casa de ópera de Italia estaba paralizada tras la partida del tempestuoso director Riccardo Muti, quien la dominó durante casi 20 años. Lissner puso la institución de cabeza, expandiendo tanto el repertorio como el auditorio al ofrecer un variado conjunto de interpretaciones, desde fastuosas producciones de obras populares como Aída, montada por Franco Zeffirelli, hasta audaces obras nuevas.
Esta semana, por ejemplo, anunció que el ciclo operístico Luz, del notoriamente difícil compositor alemán Karlheinz Stockhausen, será presentado por primera vez en La Scala, en la totalidad de sus 29 horas de duración, en 2015, durante la Expo de Milán.
Lissner ha tenido sus momentos difíciles. En diciembre de 2006 anunció la transferencia a La Scala de una producción parisiense actualizada de la ópera Cándido, de Leonard Bernstein, basada en la novela de Voltaire, en la cual los cantantes aparecían en calzoncillos con máscaras de políticos, entre ellos el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, nadando en un mar de petróleo iraquí.
El teatro informó que el plan era pedir al director cortar la “parte satírica” de la producción. Sin embargo, la decisión original de Lissner prevaleció; la obra hizo su debut en Italia en junio pasado, con todo y Berlusconi en calzoncillos, y se ganó una ovación de siete minutos.
© The Independent
Traducción: Jorge Anaya