Desde Otras Capitales
Capital contaminada
Ampliar la imagen El velo de contaminación que cubre a la capital española tomada de la Internet Foto: tomada de la Internet
Madrid. La capital española emite anualmente unas 30 mil toneladas de dióxido de nitrógeno, lo que significa que los más de 3 millones de madrileños respiran un aire contaminante, capaz de provocar daños severos en la salud a las personas más sensibles. Según los estudios más recientes, la capital española superó por quinto año consecutivo los límites fijados por la Unión Europea de partículas en suspensión.
Autoridades, vecinos y organizaciones ecologistas coinciden en el diagnóstico: Madrid tiene mala calidad de aire y los niveles de dióxido de nitrógeno son muy superiores a los recomendados por la Organización Mundial de la Salud.
El origen del problema también está claro: el aumento desmesurado de la mancha urbana, la agresiva y permanente actividad industrial, y la afluencia masiva de vehículos por las calles de la ciudad, ya sean particulares o de camiones de reparto y distribución.
Si el máximo permitido de microgramos por metro cúbico de dióxido de nitrógeno es 50, Madrid supera con creces este límite, con 67, lo que la convierte en la ciudad española con el aire más agresivo para la salud.
En una de sus escasas iniciativas para paliar el deterioro ambiental, el ayuntamiento decidió a partir de septiembre limitar el acceso al centro histórico a los vehículos con más 13 años de antigüedad. Una medida, en todo caso, insuficiente para las organizaciones ecologistas, que insisten en que la solución pasa por promover otro tipo de energías y de medios de transporte.