■ Perecen centenares de talibanes en ataques
Mata atentado a gobernador afgano y su guardaespaldas
Kabul, 31 de mayo. El gobernador del distrito de Mezan y su guardaespaldas fueron asesinados el viernes por la noche en un atentado que marca la reactivación de atentados contra funcionarios de alto nivel, mientras que en la provincia de Farah el ejército gubernamental, con apoyo de fuerzas militares extranjeras, repelió ataques recientes de la insurgencia con operaciones que causaron la muerte a un centenar de talibanes.
Mohammad Yunus murió después de que sujetos no identificados le dispararon con armas de fuego cuando el gobernador se encontraba afuera de su vivienda, ubicada en el sur del país.
Los atentados contra gobernantes provinciales y miembros del gobierno de Hamid Karzai fueron frecuentes en los años 2005 y 2006, pero la insurgencia desistió de esa táctica tras el reforzamiento militar en el país.
En la región oeste, mientras tanto, tropas del gobierno y de la coalición extranjera encabezada por la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) se enfrentaron en los dos últimos días a guerrilleros talibanes, en represalia por el ataque del martes pasado en la provincia de Farah, que dejó ocho civiles muertos, según información gubernamental difundida en Kabul.
La provincia de Farah se ubica en la frontera con Irán y desde hace varios meses se ha intensificado la acción del talibán, la fuerza política y militar que gobernó Afganistán entre 1996 y noviembre de 2001, cuando Estados Unidos invadió el país al frente de la coalición de aliados de la OTAN.
A pesar de la presencia de 70 mil soldados extranjeros –casi 30 mil estadunidenses–, la insurgencia ha logrado ampliar las zonas de choque con los ejércitos gubernamental y de la OTAN, lo que según recuentos extraoficiales ha provocado la muerte de unas mil 500 personas en lo que va del año.
En los primeros seis años de ocupación extranjera, los talibanes se concentraron en el sur del país, particularmente en la provincia de Hellmand, pero en meses recientes ha habido acciones insurgentes en otras zonas.
En Jalalabad, capital de la provincia de Nangarhar, un atentado reivindicado por el talibán resultó en la muerte de dos soldados de la OTAN, lo que elevó a 67 la cifra de militares extranjeros fallecidos durante este conflicto.